La nueva serie dirigida por Mariano Hueter en coproducción con Telefe y Cablevisión Flow retrata la insostenible convivencia de una pareja de más de 7 años. Luis Machin le da vida a un personaje que será clave en las decisiones que van a tomar los protagonistas, y hablamos con él para profundizar en su rol.
¿Qué fue lo que te llevó a aceptar este papel cuando te lo ofrecieron?
Yo había trabajado ya con Mariano (director de la serie) hace varios años en otra serie llamada” El Legado de Garibaldi”. Lo leí enseguida porque si la propuesta viene de alguien que uno conoce también corre con más ventaja que alguien que quiere trabajar con vos por primera vez. Mariano Hueter siempre me pareció alguien con mucho empuje y con una forma de contar que a mi me hizo sentir muy identificado cuando hice esa serie anteriormente con él.
La historia de esta serie la verdad que me resultaba atractiva cuando me la contó, me pareció que venia bien tratar el tema y como estaba tratado. Eso fue al principio lo que me llevó a formar parte del elenco, de un elenco con gente con la que ya había trabajado y algunos que no pero que los conozco igual por como desarrollan su actividad o por las películas o series que habían hecho. Eso fue en principio por lo que decidí empezar.
¿Qué nos podes contar sobre tu personaje?
Mi personaje es el dueño y chef de un restaurante, “El Azcuenaga”, que su apellido es el que comanda este negocio, y tiene de empleados al personaje de Tomas Fonzi que es el protagonista, y el de Gastón Soffritti que hace de mi hijo que va a marcar el rubro del negocio del restaurante.
Es también el que va a intentar dar algunos consejos desde otro lugar , desde la experiencia personal, sobre lo que no debería perderse como ser humano por trabajar tanto y es un poco el que va a tratar de bajar la línea del consejo cuando es alguien que en realidad tampoco tiene resuelta su vida afectiva del todo; ha enviudado y el trabajo le consumió mucho de sus años de convivencia. Es el que va a tratar de marcar el rumbo del consejo pero también las interferencias de las nuevas generaciones van a ser que sea mas rico ese dialogo generacional.
¿Encontraste alguna dificultad en llevar este personaje? Teniendo en cuenta que la serie no trata el tema de las parejas de una manera tradicional sino de una forma más moderna que se cuestiona actualmente
Me parece que todo lo que se cuestione y se ponga en conversación y en intento de deconstrucción de cosas que venían muy arraigadas en la sociedad, sobre todo en una sociedad machista, en todo lo que discuta y dialogue con ese lugar me parece que es sumamente necesario. En ese sentido, la serie ya desde el vamos tiene un formato que para la nueva generación es interesante. Son diez capítulos de media hora que se pueden ver después rápidamente en el mismo teléfono. Creo que las nuevas generaciones claramente van hacia otro lugar de generar un nuevo espectador, con un consumo muy distinto al que teníamos hace unos años y con temáticas que están hoy muy en primer plano y en ese sentido me parece extraordinario cómo la plataforma y los contenidos van tomando y haciéndose cargo de los temas que la sociedad de manera más urgente quiere discutir.
¿Sentís que va dirigido hacía un público nuevo para vos?
-Yo la verdad tengo un público muy amplio porque he hecho cosas muy variadas en distintos registros. Yo creo que el tema es importante para cualquier generación porque en cualquier momento de la vida podes convivir, desde jovencito hasta adulto mayor podes iniciar una convivencia, En ese sentido, me parece que es interesante porque la serie va a capturar la atención de varias generaciones. Esta más dada en los 30 y 40 que es la edad de los protagonistas pero también hay personajes de mi edad que discuten ese mismo territorio desde esa visión. Me parece que la posibilidad de diálogo generacional siempre es buena.
Inconvivencia tendrá 9 capítulos en Telefe, el primero es doble; y 10 en FLOW, con una duración de media hora. El estreno es el jueves 21 de noviembre a las 23:30 hs., y al día siguiente estará completa en FLOW.
