Este año, el cine de terror fue un ejemplo brillante de cómo el género puede reinventarse para asustarnos como nunca antes.
El 2024 fue un año brillante para el cine de terror, consolidando al género como un espacio fértil para la creatividad y el riesgo narrativo. Desde películas que juegan con el terror psicológico hasta otras que abrazan el gore más explícito, este año nos ofreció obras que no solo asustan, sino que también redefinen los límites del miedo en pantalla. Ya sea a través de escalofriantes historias sobrenaturales, escenarios apocalípticos o exploraciones profundamente humanas, estas películas dejaron su huella en la audiencia y en la crítica.
A continuación, repasamos las películas de terror más destacadas de este año, aquellas que nos hicieron estremecer, reflexionar y, sobre todo, dormir con las luces encendidas.
Alien: Romulus
Alien: Romulus es un regreso triunfal a la franquicia que nos recuerda por qué nos enamoramos de esta saga. Fede Álvarez te envuelve en una atmósfera opresiva y claustrofóbica que te hará contener la respiración. Los oscuros corredores de la estación espacial, iluminados por luces parpadeantes, se convierten en un laberinto de terror donde cada esquina oculta una nueva amenaza. La criatura xenomorfa, rediseñada para esta entrega, es una encarnación perfecta del horror cósmico, una entidad alienígena que desafía la comprensión humana y que acecha a sus víctimas con una paciencia macabra. La tensión se palpa en cada escena, y los sustos están perfectamente calculados para sacudir al espectador. El director uruguayo demuestra un dominio magistral del género, construyendo una narrativa que te mantiene al borde del asiento hasta el último minuto.
La Sustancia
La Sustancia es una crítica mordaz a nuestra sociedad obsesionada con la apariencia y la juventud. Es una advertencia sobre los peligros de la manipulación genética y de la búsqueda incesante de la perfección a cualquier precio. Cada escena es una punzada en el alma, una lenta transformación de la protagonista que te hace cuestionar hasta dónde estarías dispuesto a llegar por alcanzar la belleza idealizada. Los efectos especiales son perturbadores y realistas, capturando la degeneración física y psicológica de la portagonista. Una oda al body horror más visceral, donde las alteraciones corporales se convierten en un espectáculo tan grotesco como maravilloso.
Terrifier 3
Terrifier 3 es una orgía de violencia y caos que te dejará con la piel de gallina. Art the Clown regresa con una sed de sangre insaciable, convirtiendo la noche más festiva del año en una pesadilla sangrienta. La película es una montaña rusa de emociones, que te lleva desde la tensión a la repulsión en cuestión de segundos. Damien Leone superó todas las expectativas con esta nueva entrega, creando una experiencia visualmente impactante y perturbadoramente divertida. Los efectos especiales son sencillamente brutales, con una atención al detalle que te hará estremecer. Cada escena es una carnicería elaborada con maestría, un festín gore que no dejará indiferente a ningún amante del terror.
Smile 2
La secuela de Smile llegó para demostrar que el terror psicológico puede ser aún más escalofriante. Parker Finn regresa para sumergirnos nuevamente en un mundo donde una simple sonrisa puede desencadenar una cadena de eventos aterradores. Naomi Scott protagoniza esta nueva entrega, interpretando a una estrella pop que comienza a experimentar fenómenos inexplicables relacionados con la tétrica sonrisa. La película mantiene la esencia de su predecesora, a la vez que explora nuevos aspectos de la maldición y ofrece un espectáculo visualmente impactante donde permanece latente esa sensación de que algo terrible está a punto de suceder.
Longlegs
Osgood Perkins despliega un espectáculo de pesadilla donde cada sombra parece tener vida y cada susurro puede ser el último que escuches. La trama sigue a Lee Harker, una agente del FBI interpretada con un realismo desgarrador por Maika Monroe. Su investigación de una serie de asesinatos brutales la lleva a un enfrentamiento con un asesino en serie encarnado por un Nicolas Cage que redefine el concepto de terror. Con su figura casi espectral, Cage entrega una actuación que es menos humana y más como una manifestación del puro mal, haciendo que cada aparición suya sea profundamente perturbadora.