Dirigida por Valerie Faris y Jonathan Dayton, esta película cuenta con un reparto de lujo que incluye a Toni Collete, Steve Carell, Greg Kinnear, Alan Arkin y Paul Dano, quienes conforman la disfuncional familia Hoover, y que son acompañados, por supuesto, por ella, Abigail Breslin, la pequeña Miss Sunshine, quien luego de haber quedado seleccionada para un concurso de belleza embarca a todos en un particular viaje cargado de catarsis.
Un heroinómano del goce, un suicida proustiano, un consecuente silente, un perdedor exitista, una madre abnegada y una inocente niña son parte de esta road movie que termina siendo una apología al amor familiar.
En una camioneta amarilla comienza el viaje, un embriague roto lo pone en duda, una canción ardiente alerta a la audiencia, un baile se vuelve icono de un concurso y una ronda sella la fidelidad que en un comienzo se creía rota.
En esta historia, sus protagonistas, caracterizados por ser una familia disfuncional, tratan de sobrellevar su vida y el hecho de que como conjunto tienen que emprender un recorrido que los obliga a tenerse todos cerca en un espacio cerrado, donde gritos, llantos y risas van potenciando el mar de emociones que se revuelven en sus frustradas entrañas.
El concurso solo será una excusa para dejar todas esas barreras que los han acompañado por años y comenzar a escucharse y a entenderse, en lo que podrá ser un viaje de sanación no exento de pérdida y liberación desgarradora.
Con actuaciones que permiten entender y creer cada uno de los procesos por los que van pasando sus personajes principales, terminas entendiendo a la familia Hoover y empatizando con sus matices que transitan entre sus sombras y sus luces.
Este relato te invita a un recorrido de la mano de experiencias de las más dolorosas del ser humano que cargadas de humor negro las transforma en una deliciosa tragicomedia que la hace parte de esas películas que tienes que ver algún día o volver a ver en distintas etapas de la vida para darle diferentes sentidos.
