Hablar de cine español implica, entre tantas cosas, pensar en el trabajo de Alex de la Iglesia. El director de 52 años se ha consolidado a lo largo de su carrera con trabajos que lo han puesto en el centro de la escena; ya sea en charlas de sobremesa sobre las películas de culto que uno no puede dejar de mirar o en una ceremonia de entrega de premios, entre los que se pueden destacar un Cóndor de Plata y un Goya, por solo mencionar algunos.
Claro que al tratarse de un cineasta de la talla de la de este español, a veces resulta complicado ponerse de acuerdo sobre cuáles son las mejores historias del realizador o por dónde conviene empezar a consumir el cine de de la Iglesia. Por eso, en este artículo resaltaremos cuatro producciones que merecen que les des al menos una oportunidad la próxima vez que elijas algo para ver en pareja, con familia o con amigos.
El Bar
Las miserias humanas se ven expuestas en esta producción que lleva el sello de lo grotescto y lo absurdo a los que de la Iglesia nos tiene acostumbrados. ¿Qué puede ser peor que equivocarse de puerta e ingresar en un bar de mala muerte en el que no nos sentimos cómodos? Pues quedarse encerrado sin poder salir.
Estrenada en el 2017, El Bar nos muestra la historia de ocho personas que convergen en el mismo lugar y se quedan encerrados cuando un misterioso francotirador comienza a asesinar a quienes osan salir del establecimiento. A partir, de allí veremos un sinfín de teorizaciones con respecto a lo que sucede afuera y el ¿oscuro? Pasado de los rehenes que no dejan de atacarse unos a otros tratando de demostrar quién tiene la vida más valiosa.
El Crimen Ferpecto
En el 2004, de la Iglesia presentó esta película en la que podemos ver la facilidad con la que se puede desmoronar una vida y cómo se vive ese duro calvario llamado frustración. Dicen que cuanto más alto se llega más duele la caída y eso muy bien lo entiende Rafael González (Guillermo Toledo), una especie de galán que se gana el pan como gerente de un shopping y disfruta sus días menospreciando a toda persona que no cumpla con el estatus social que él considera ideal.
Hasta que un simple accidente hace que las cosas se salgan de control y una concatenación de sucesos desafortunados terminan destruyendo la felicidad de Rafael. Otra vez el absurdo como marca registrada nos muestran una gran comedia negra en la que hasta un muerto puede ser el mejor consejero.
La Comunidad
Así como vimos que en El Bar era el miedo a la muerte el desencadenante que sacaba las peores miserias de las personas, de la Iglesia aprovecha otro de los grandes factores que suelen tener resultados similares: la plata. En el año 2000, el cineasta estrenó esta brillante comedia en la que Carmen Maura encarna a Julia, una mujer que se muda a un edificio y encuentra una riqueza que toda la vecindad estaba buscando y la que no va a renunciar así no más.
Si algo hay que destacar de esta película es cómo funciona la moral de los personajes y los giros de la trama que siempre hacen que encaje perfectamente algún desenlace grotesco y violento. La psicosis y la avaricia se adueñan poco a poco de cada uno de los protagonistas de esta historia que no podés dejar de mirar.
Los Crímenes de Oxford
Basándose en la novela Crímenes Imperceptibles del argentino Guillermo Martínez, de la Iglesia reunió un elenco de peso para contar esta gran historia de suspenso. Elijah Wood (El Señor de los Anillos) y John Hurt (Alien) se encargan de protagonizar un oscuro relato en el que el realizador español se encargó de impregnarle su esencia.
Martin (Wood) se cruza con Arthur (Hurt), su profesor de la universidad en el lugar menos pensado y juntos descubren el primero de una serie de asesinatos en los que el criminal está dispuesto a jugar con sus mentes a partir de un acertijo matemático.
En lo que fue la segunda película de su autoría, allá por 1995, de la Iglesia terminó de captar la atención de todos y al día de hoy no hay seguidor de su obra que no haya visto este oscuro relato. Hablamos de El Día de la Bestia, una película en la que el humor característico del realizador se cruza con el género del terror contando la historia de un cura y un fanático metalero que deben unir sus fuerzas para impedir que el Anticristo nazca en Madrid y con eso llegue el fin del mundo.