El cineasta Quentin Tarantino se mostró de manera histriónica en su discurso de apertura del Festival Internacional de Cannes.
La ceremonia de apertura del 78° Festival Internacional de Cannes, que precedió el estreno de Partir un jour (Deja un día), el romance francés de Amélie Bonnin, contó con la asistencia de Quentin Tarantino, quien apareció para declarar grandilocuentemente la inauguración del festival, dejó caer el micrófono y abandonó el escenario.
El cineastasubió al escenario y pronunció de manera muy divertida y con sarcástico tono militar: “Para mí es un honor, declarar, la 78° edición del Festival de Cannes, oficialmente inaugurada”.
Este miércoles, Tarantino rendirá homenaje al cineasta de western George Sherman. También estuvieron presentes Sean Baker, director de Anora y ganador de la Palma de Oro del año pasado.

Lo que dejó el primer día
Este martes además, más de 350 cineastas, actores y otros miembros de la industria cinematográfica —incluidos Richard Gere, Pedro Almodóvar, Javier Bardem, Viggo Mortensen y Mark Ruffalo— publicaron una carta abierta en el diario francés Libération y en la revista Variety, pidiendo a las instituciones cinematográficas que respondieran con más fuerza a lo que calificaron como “genocidio en Gaza”.
“¿Por qué el cine, un terreno fértil para obras socialmente comprometidas, parece tan indiferente al horror de la realidad y la opresión que sufren nuestras hermanas y hermanos?”, dice la carta.
A su vez se le entregó la palma honorifica a Robert De Niro.