Margot Robbie se pone en la piel de Tonya Harding fusionando drama deportivo con la comedia negra en un formato de falso documental.
“I, Tonya” no es simplemente una película sobre patinaje artístico; es una odisea emocional que se sumerge sin miedo en la complejidad de la vida de Tonya Harding. Bajo la dirección de Craig Gillespie y protagonizada por Margot Robbie, esta obra cinematográfica se destaca como una experiencia conmovedora que va más allá de lo que conocemos como biopic, llevando a la audiencia a un viaje intrigante y revelador.
La película nos transporta desde la infancia maltratada de Tonya hasta su consagración como campeona del patinaje artístico, destacando sus logros deportivos junto con la brutalidad que sufrió a manos de su madre y marido. La interpretación de Robbie captura la esencia de una vida marcada por desafíos y controversias, mientras que la química palpable con Sebastian Stan, quien personifica a Jeff Gillooly, agrega capas adicionales de tensión y emoción. Juntos, crean una dinámica que eleva el impacto emocional de la película a alturas extraordinarias.
Dos caras de una misma moneda
Lo distintivo de “I, Tonya” reside en su enfoque humanizador de una figura controvertida. La película va más allá del incidente notorio con Nancy Kerrigan, explorando los motivos y las experiencias que definieron la vida de Harding. La mezcla hábil de comedia negra y drama proporciona una visión más profunda de las complejidades de las relaciones y las luchas personales.
Las entrevistas de los personajes directamente a la cámara y la ruptura constante de la cuarta pared proporcionan una perspectiva satírica y cáustica de los eventos. La película no busca redimir a Tonya ni justificar sus acciones, sino ofrecer una visión polifónica de los acontecimientos que llevaron al incidente que cambió su vida.




Estéticamente, la película destaca con su dinámico montaje, impecable recreación de las décadas de los 80 y 90, y una banda sonora que aporta el tono adecuado. Las escenas de patinaje, filmadas con maestría, crean un contraste entre la belleza del deporte y la oscuridad de la vida personal de Harding.
Reconocimiento de la crítica
“I, Tonya” conquistó un impresionante 90% de aprobación por parte de la crítica en Rotten Tomatoes, respaldado por un sólido 88% de aprobación entre las audiencias. Este reconocimiento solidifica la posición de la película como una de las obras más elogiadas de Margot Robbie antes de su éxito en “Barbie” este año. La crítica especializada elogió no solo las actuaciones, sino también la astuta narrativa y la dirección magistral que la convierten en un logro cinematográfico notable.
“I, Tonya” es una reflexión sobre la naturaleza de la fama, la crueldad de la sociedad y la vulnerabilidad de aquellos que caen en desgracia. Gillespie logró una película que no teme explorar los aspectos oscuros y cómicos de la vida de la deportista estadounidense, entregando una experiencia sumamente poderosa. En un panorama saturado de biopics, “I, Tonya” destaca como un golpe fresco y audaz en el hielo del cine contemporáneo.