Para calmar la ansiedad por la llegada de la sexta temporada, les recomendamos 7 series que no deben perderse.
Frontier
Protagonizada por Jason Momoa (Declan Harp) la historia se basa en un drama histórico sobre la industria del comercio de pieles. La misma se sitúa en Canadá en el siglo XVIII en la cual la compañía de la Bahía de Hudson, sucumbió frente a la corrupción y recurrió a actividades ilegales para enriquecerse. Las 3 temporadas coproducidas por Discovery Canadá y Netflix, son verdaderamente violentas y sangrientas.
Boardwalk Empire
Producida por HBO y dirigida por Terence Winter; la serie es completa desde el vestuario hasta el drama y el crimen. Se centra en Nucky Thompson (Steve Buscemi), el tesorero de Atlantic City, quien también es el mayor contrabandista del estado. Además, aparecen otros famosos criminales, como Al Capone, Arnold Rothstein y Charles “Lucky” Luciano. Cuenta con 5 temporadas que transcurren durante la era de la Prohibición, donde Nucky Thompson hizo grandes cantidades de dinero a través de su red subterránea, suministrando alcohol a todas partes de Atlantic City. La serie muestra de manera excepcional la política de la época y las tensiones interraciales que se hacías visibles durante la era de la Prohibición.
Sons Of Anarchy
En esta serie original de FX, Charlie Hunnam interpreta a Jackson “Jax” Teller, quien se desempeña como vicepresidente, luego presidente, del Club de Motociclistas Sons of Anarchy Redwood Original (SAMCRO). Inspirada en los Ángeles del Infierno, la banda criminal de moteros, entremezcla los actos delictivos y las dudas éticas de un joven miembro, que debe resolver también sus problemas familiares. La corrupción y el gobierno, no dejan de estar presentes en las 7 temporadas.
Ripper Street
Ambientada en la Inglaterra victoriana, seis meses luego de los asesinatos cometidos por Jack el Destripador, la trama sigue al detective Edmund Reid (Matthew Macfadyen) y su equipo de investigadores que conforman la División H de Whitechapel. Junto con el sargento detective Bennet Drake (Jerome Flynn) y, el agente capitán Homer Jackson (Adam Rothenberg) investigan los numerosos crímenes y homicidios en el East End de Londres. Las tres temporadas producidas por la BBC cuentan con una narración excelente, diálogos ingeniosos y sarcásticos; y, obviamente, un poco de acción con momentos profundos y contemplativos.
Taboo
Ambientada en Londres durante la Guerra de 1812, Tom Hardy se pone en la piel de James Keziah Delaney un aventurero, que regresó a su casa después de heredar el imperio naviero de su difunto padre. En la búsqueda por hacer que el negocio genere ingresos, Delaney descubre que también heredó los enemigos de su padre, hombres que harán hasta lo imposible para tener en sus manos lo que por derecho le pertenece. Bajo la producción de BBC y FX, la única temporada de la serie, nos muestra un drama de la época que se encrudece con el correr de los 8 episodios.
Godless
Esta serie de Netflix, que cuenta con una temporada, es protagonizada por Michelle Dockery como Alice Fletcher. Se desarrolla en la década de 1880 y cuenta la fascinante historia de la ciudad de La Belle que, después de una tragedia minera, está habitada casi en su totalidad por mujeres. Los problemas comienzan a surgir cuando un forajido llamado Frank Griffin (Jeff Daniels) lo visita en una búsqueda despiadada de su antiguo protegido, Roy Goode (Jack O’Connell). La tristeza, muerte, crueldad y acción no faltan en los 7 episodios, que con semejante elenco y producción, parecen ser muy pocos.
The Making of the Mob
Sin dudas la creación de AMC, es la más cercana a Peaky Blinders. La trama se basa en una pandilla de gánsteres sicilianos, comandada por Charles “Lucky” Luciano, que construyen uno de los imperios criminales estadounidenses-italianos más masivos. Cuenta con 2 temporadas: New York y Chicago. Ambas desempolvan del archivo entrevistas con historiadores, autores, actores, personal policial y familiares; además de presentar con total plenitud el crimen organizado de EEUU a principio del siglo XX.
¿Cuáles agregarían, cinéfilos?