Basada en una historia real e inspirada en el relato de “An unbelievable story of rape” ganadora de un premio Pulitzer. Esta serie de ocho episodios mezcla el suspenso policial, el drama del sistema judicial por violencia sexual, y por sobre todo se levanta como un ícono del feminismo y la sororidad.
Un ataque sexual, una declaración policial nefasta y la puesta en duda del suceso que vivió Marie Adler (Kaitlyn Dever) una joven de 18 años que fue violentada en su dormitorio por un hombre con pasamontañas.
La protagonista, quien había pasado por diversas familias adoptivas, al hacer la denuncia policial, es cuestionada en su relato por el detective de turno quien la hace dudar de lo ocurrido, obligándola a cambiar su versión y reconocer que había mentido.
Desde ahí, comienza el ir y venir emocional de Adler. Su círculo más cercano la juzga por haber dicho algo que no era, la aísla y cuestiona su salud mental.
No es una serie fácil de digerir y ese es su mayor logro. Su objetivo dista de ser una serie que solo cuenta un caso particular, se encarga de develar la crudeza del sistema y la fragilidad de las víctimas en este proceso. Dever, hace un rol brillante, a ratos vulnerable, a ratos dura, a ratos confusa, sin esperanza. Saca en su performance más de alguna incomodidad en el espectador por el disfuncional actuar de su personaje, que se va diluyendo luego entendiendo todo lo que está sobrellevando.
Es una serie marcada por personajes femeninos pero sumidos en un mundo de hombres, al borde de la misoginia.
Tiene un reparto que trae nuevamente a Netflix a Toni Collette (Sexto Sentido, Wanderlust) quien tres años después de que la investigación de Marie Adler cerrara (como declaración retractada), reabre el caso porque se encuentra en la búsqueda de un asesino serial con las características de la violación que contó en un principio en su declaración la protagonista. Como dupla policial, Collette, tiene a una impecable Merritt Weber (Birdman, Historia de un Matrimonio) en el personaje de la detective Karen Duvall encargada de poner bencina a la investigación y no descansar hasta dar con los hechos necesarios para dar prueba suficiente y no desestimar el relato verídico del personaje principal.
En épocas del #Metoo, Inconcebible, demuestra cómo se pone en duda los relatos femeninos frente a agresiones, evidencia la soledad y fragilidad con que cuentan las víctimas al exponer hechos traumáticos en sus vidas y hace cuestionarse cuántos casos podrían haber así en el sistema, tal como lo sucedido con esta estadounidense que fue cuestionada y hostigada cuatro veces para declarar (y hacerla creer) que lo que pasó no ocurrió.