El maestro del absurdo Quentin Dupieux trae una ¿Comedia? ¿Thriller? ¿Falso documental? ¿Exploración del cine? Una película única que explora la peligrosa relación obsesiva entre un hombre y su campera de cuero.
¿Qué tiene en la cabeza Quentin Dupieux? Es una pregunta que uno se hace frecuentemente mientras está mirando una película de este director. Porque no es shockeante como Gaspar Noé (Irreversible) o Emiliano Rocha Minter (Somos La Carne), y si bien es tan delirante como Jim Hoskins (The Greasy Strangler) siempre hay algo en su cine que nos remite a un significado más profundo, y al mismo tiempo, nos desmiente totalmente que haya algo más profundo que su propia locura.
En “Le Daim” presenciamos la historia de un tal George, cuya vida parece cambiar por completo cuando se compra una campera de piel de venado y comienza a obsesionarse absolutamente con ella, hasta el punto que empieza a escuchar que le habla, como si estuviera viva. Al mismo tiempo, se registra en un hotel, le cancelan la cuenta bancaria y se hace pasar por un cineasta. Hasta acá todo muy normal. Pero como en cualquier película de Dupieux (O Mr Oizo, su alter ego en el mundo de la música) todo se retuerce más y más y los géneros van mutando hasta finalizar como un film completamente distinto al que empezamos a ver.
Protagonizada por Jean Dujardin, el ganador del Oscar por “The Artist” y Adelé Haenel, “Le Daim” habla del valor absurdo que atribuimos a lo material, de la falsa piel con la que recubrimos nuestra propia personalidad, de la fantasía del mundo del cine y como dijimos antes, tal vez de ninguna de estas cosas, porque el cine de Dupieux puede ser algo o puede no ser nada, y ese juego es lo que lo hace increíblemente ambicioso y original.
Recordemos que es el mismo director que hizo “Rubber”, una película sobre un neumático con poderes telekineticos y “Wrong” donde secuestran el perro de un hombre y este comienza a estudiar una forma de comunicarse telepáticamente con él para encontrarlo, y que después expande este mundo con un spin off sobre los policías de la película en “Wrong Cops”. Dupieux hace su propio cine, sin importarle mucho las tendencias y los estilos, siendo fiel solo a su propio sentido del absurdo y a un universo que siempre propone una nueva forma de ver lo extraño.