La cinta de la directora libanesa Nadine Labaki es una de la nominadas por la Academia a Mejor Película Extranjera y relata la cruda realidad de un niño criado en la miseria, que decide demandar a sus padres por haber nacido
De movida, la propuesta exige cierta preparación mental. Para los que no están acostumbrados a películas en idiomas convencionales como el español, inglés, francés o alemán, el árabe puede ser complicado. Sin embargo, el ritmo del relato lleva a olvidarse rápidamente y entrar en este código porque sus protagonistas transmiten más allá de lo que dicen.
Cafarnaúm: La ciudad olvidad nos cuenta la historia de un niño llamado Zain (Zain Al Rafeea) quien crece en la miseria y en ella aprende a sobrevivir y hacerse respetar, aún teniendo doce años. Más allá de esto, las vueltas de su vida lo llevan a tomar la decisión de demandar a sus padres por haber nacido, y es este el punto de partida de este crudo relato.
La directora libanesa Nadine Labaki no escatima al momento de mostrar imágenes impactantes que reflejan cómo se vive al margen del sistema, indocumentado, refugiado y discriminado. Con un juicio como motor de la película, el relato se nutre de flashbacks que muestran cómo llegó Zain hasta ese lugar.
Sin duda alguna, Cafarnaúm no es un film para cualquiera. Pero no porque sea complejo, difícil de entender, o el idioma pueda ser una barrera. Cafarnaúm no es para cualquiera porque implica mentalizarse a ver las dos horas de esta historia con un nudo en la garganta.