Mirar hacia atrás y ponerse a enumerar la cantidad de producciones que HBO ha realizado implica encontrar una enorme variedad de ficciones que han causado -casi siempre- muy buen impacto. Por supuesto, aparecen algunas series y películas que han dejado sabor a poco, y otras tantas que ni siquiera han sobrevivido a la guillotina después de apenas una temporada (como en el reciente caso de Here and Now).
Hace apenas unos meses, Succession irrumpió en la pantalla de la señal dejando una grata sensación en los que se sentaron a verla. Por eso, después del season finale emitido el pasado domingo, era menester hablar de esta historia que merece la pena ser vista, y acá les compartimos su tráiler.
“Papá, nadie mira televisión”, dice Roman Roy, interpretado por un genial Kieran Culkin. Y la paradoja radica en que su familia logró erigirse como una de las más poderosas del mundo a partir de la monstruosa cadena mediática que han generado. Nunca se dice puntualmente cuánto vale la compañía o cuánta plata podemos encontrar en la billetera de cualquiera de los personajes, pero siempre se deja en claro algo: la dinastía Roy parece indestructible.
Hasta que un problema de salud de Logan Roy (Brian Cox), el patriarca al que todos le tienen miedo y que dice cómo son y cómo se hacen las cosas, complica el futuro de la empresa. Es en este punto donde la serie levanta su vuelo y se mantiene a lo largo de los diez episodios que dura la primera temporada.
Son los cuatro hijos de Logan los que desde sus respectivas cunas de oro, deben empezar a tomar las decisiones en torno al multimedio. Aquí es donde aparecen Connor Roy (Alan Ruck), el mayor de los hermanos que vive de la plata de la familia pero sin ningún interés en la compañía; Kendall Roy (Jeremy Strong), el que sueña con ser la nueva cara de la empresa pero que no sabe manejarse bajo presión; el ya mencionado Roman, un excéntrico empresario con algún que otro trastorno a partir del cual no tiene filtros a la hora de burlarse del resto; y Shiv Roy (Sarah Snook), que con tal de demostrar su autonomía optó una carrera como asesora política al punto de terminar siendo la consultora del enemigo de su padre: el próximo candidato a presidente norteamericano.
Con un excelente manejo del drama y de los tiempos de la historia en los que cada personaje tiene su cuota justa de atención, así como también de la sensacional incorporación de un humor ácido que coquetea con el morbo, Succession logró convencer a HBO de renovar por una segunda temporada en apenas unos episodios. Además le demostró a toda la audiencia de que vale la pena sentarse a ver esta ficción que no solo muestra las miserias de una familia poderosa sino que también juega a interpretar la realidad y el crudo presente de los medios de comunicación que todavía no terminan de adaptarse a la era de las redes sociales.