Hablamos con Christian Franco y Carlos Matsuo de la primera proyección internacional de Escocia no es un Banco, una comedia mexicana que encierra un universo profundo y satírico como pieza clave de un mapa cuyo tesoro es el fracaso liberador.
Cinefilos: ¿De qué se trata Escocia no es un Banco?
Christian Franco- La película cuenta la historia de la lucha por la reunión de Los Nuevos Maevans para una gira y es el capítulo final de un proyecto que empezó en el 2002. Su origen surgió de la idea de una performance artística en donde creamos una banda de hardcore que hiciera playback en vivo intentando que el público no se enterara, lo cual en sí es una fórmula incompatible desde el principio con la idea del playback.
Carlos Matsuo: Claro, porque tanto el punk como el hardcore van sobre la idea de ser auténtico. Y burlarte de eso es parte de la película de eso y de todo lo que uno respeta.
Cinefilos-¿Cómo eran las performances?
CF: En los falsos vivos, la banda daba un show con un playlist de hardcore de mediados de los 80s de México con canciones que existían pero no eran de su autoría. Era un absurdo porque entre canción y canción los ritmos cambian radicalmente. Los sonidos, las voces, las grabaciones viejas de casete que digitalizamos cambiaban de frecuencia. Hay un descaro en reutilizar estos recursos que no nos pertenecen y siempre tocando el tema de lo genuino y lo original entre comillas, o de los derechos de autor. Había quienes se daban cuenta que la banda no estaba tocando y quienes no lo notaban. Para poder sostener esto siempre tuvimos muchos cómplices. Hubo productores musicales, bandas que existían realmente y eran quienes oficiaban de teloneros pero que convocaban a un público real. Creo que es importante que sepan el lado b porque en algún momento se revelará el mapa que le dé sentido a este absurdo.
Cinéfilos- ¿Cómo generaste la credibilidad de los Nuevos Maevans?
CF- Yo me metí mucho en crear un contexto que pueda sustentar la creación del universo en el que se volverían a juntar los nuevos maevans pensándolo en el espacio de las redes sociales. Comencé a subir pequeños videos de las performances y luego se fue puliendo y sofisticando el “acto en vivo”. Además inventé una disquera que nos representara llamada Serdemetepe que contaba con un catálogo con otras 25 bandas ficticias listadas.
CM- Es un proyecto de muchas aristas.
Cinéfilos- ¿Cómo decidieron llevar esta idea al cine?
CM- Para mi no fue tanto hacer foco sobre la banda sino cómo ver esa idea de los rockeros viejos que intentan reunirse y ver en el desmadre actual. Siempre me gustó la música y todo lo que tiene que ver con el arte decadente y las cosas que van directo al fracaso. Juntarme con Christian fue como una tormenta perfecta. Yo tenía la idea de hacer algo así sobre otra banda de Tijuana que se llama San Pedro Cortez con la que trabajé previamente y pensé: “En 30 años voy a hacer una película con ellos porque va a ser una buena historia” a lo que Christian me dijo: “hay que hacer una con los Nuevos Maevans que están viejos AHORA”. Nosotros conocíamos a mucha gente en común y había ido a las performances de la banda hardcore que hacía playback. Pero primero fuimos amigos antes de planear el documental.
CF- Y si nos hubiéramos aferrado al circuito de performance del mundo del arte contemporáneo donde fue originalmente gestado hubiese sido chistoso, pero ese no era su mundo.
Cinéfilos- ¿Cómo surge la idea del nombre?
CM: Parte de la confusión de nuestras interacciones y de las interpretaciones que hacemos a partir de eso.
CF:En el catálogo de las 25 bandas de Serdemetepe había una banda llamada Escocia no es un Banco. Eventualmente Carlos creyó pertinente el nombre de esta banda para dar título a nuestro proyecto en conjunto porque nos divierte la idea del desdoblamiento de una realidad alterna y lo que uno hace con lo que interpreta de ella.
Cinéfilos- La película da la impresión de haber sido planeada de una forma que desembocó en otra, ¿cómo fue ese proceso?
CF- No sabíamos hacia dónde conducir esto desde un principio. Hubo varios panoramas creativos en el proceso y sabíamos que si la reunión de la banda ocurría sería un éxito.En un principio estábamos con la idea de que suceda pero luego decidimos seguir la ruta de nuestra propia naturaleza porque juntarla era una ficción. Cuando Carlos y yo comenzamos a filmar nunca tuvimos un apoyo (ni lo buscamos) para hacer cine. Comenzamos con una cámara y dos micrófonos grabando sin guión.
CM: Los guiones eran mensajes por whatsapp o en las fiestas cuando nos veíamos y ahí elaborábamos un poco más las ideas. Luego al otro día, cuando estábamos sobrios, desarrollábamos más el plan.
CF Sin tener un esquema rígido.
Cinéfilos: También atravesaron la pandemia durante el rodaje, ¿eso afectó la dirección del proyecto?
CF: La pandemia nos hizo pensar que no íbamos a poder hacer esto pero luego nos pareció que era una forma del universo de conspirar contra la reunión de esta banda pedorra y nos pareció perfecto como un escenario natural y social.
CM- Pero estoy conforme porque no hay nada que me aburra más que ver un proyecto que te das cuenta que termina de la manera en la que originalmente fue concebida.
“Escocia no es un banco” puede verse en las próximas funciones
Viernes – 28 Abr 2023 – 00:30hs (Arthaus)
Domingo – 30 Abr 2023 – 21:40hs (Cine Lorca Sala 2)
Pueden escuchar la lista de los temas que Los Nuevos Maevans (no) tocaron en sus shows haciendo click aquí.