Danny Rubin, el guionista de la película de 1993, explicó por qué decidió que esta celebración fuera la encargada de contextualizar la historia en la que un meteorólogo queda atrapado en un loop en el que repite una y otra vez sus vivencias
Como cada 2 de febrero, en Punxsutawney, Pensilvania, los lugareños salen de sus casas para ver si la mascota de la ciudad les confirma cuántas semanas más se extenderá el invierno. Esta tradición, nacida en 1887, consiste en ver si una marmota sale de su madriguera para corroborar si el frío durará algunas semanas más -¿quién te conoce recuerdo de Mar del Plata que se pone rosa si llueve”?.
Gracias a la película de 1993 protagonizada por Bill Murray, la celebración se hizo mundialmente conocida, y hoy muchos la recuerdan con cariño, gracias a la historia de Phil, un meteorólogo que queda atrapado en un loop temporal y se ve condenado a repetir una y otra vez su jornada. El encargado de desarrollar la historia fue Danny Rubin, que en una entrevista explicó: “Cuando me senté a escribir el guión, todo era muy vago, era UN tipo, ni siquiera hombre, podía ser mujer -hasta eso consideré-, repitiendo el mismo día. Cuando tuve que elegir qué día, que era algo que me podía dar información sobre el personaje, abrí el calendario y la primera fecha que vi fue la del 2 de febrero”.
Hasta ahí, parecía una elección totalmente azarosa, basada en una fecha poco conocida en el momento, por lo que siguió pensando y deslizó la posibilidad de que fuera en Navidad, en el cumpleaños del protagonista, en un 29 de febrero de un año bisiesto, o quizás algún momento que haya causado mal a alguna persona y tuviera que enmendar su error. “La cuestión era cómo se había metido ahí y cómo salía, así que escribí una lista: ¿Era un agujero negro? ¿Una Máquina del tiempo? ¿Una maldición gitana? ¿Un reloj encantado? Era todo muy random y estúpido. Además, si elegía alguna de esas cosas la película iba a girar en torno a como el personaje intentaba deshacer eso, pero lo que hace increíble al film es que se trata de una situación en la que todos nos encontramos, ‘estamos acá, aburridos, ¿ahora qué hacemos?’ Era perfecto”, señaló Rubin.
Por eso, la idea original del 2 de febrero empezó a tomar más fuerza. “Era un feriado que conocía, sin mucha importancia, no significaba nada: un meteorólogo que te dice si el invierno va a durar más o no, y ya está. Yo lo conocía porque cuando empecé como guionista, hacía films institucionales, y uno de los que hice fue para una compañía telefónica de Punxsutawney, así que sabía de la celebración y era perfecta para la historia”, aseguró. Además, tenía un valor comercial, ya que, desde su lógica: “Nunca habían usado esa fecha y para mí podían hacer como con La Navidad de Charlie Brown y repetirlo todos los años, era una buena estrategia para el negocio”.
Una vez que tuvo eso, solo tuvo que pensar en un personaje para que la protagonizara, con el objetivo de que fuera alguien que no viviera en la ciudad sino que viniera de alguna gran urbe y de pronto se viera atascado allí. “Tenía que ser alguien como un meteorólogo o un periodista en busca de una pequeña historia, todo empezó a encajar”, explicó Rubin.
Así, comenzó a escribir su libreto sin preocuparse demasiado por las justificaciones de la historia, algo que le trajo problemas con el estudio que la produjo. “Querían que hubiera una explicación a por qué había quedado en ese día”, sentenció el guionista, que finalmente se salió con la suya y no tuvo que ahondar en detalles sobre por qué había escogido al 2 de febrero.