Les dejamos una lista con aquellos estrenos del año pasado que no tuvieron mucha repercusión pero afirmamos que la merecen.
El lago del ganso salvaje – Diao Yinan
Algunos directores chinos de la última década han conseguido renovar el cine negro con una serie de thrillers escalofriantes que realzaron un género que parecía agotado. Diao Yinan, director de Black Coal, es uno de los máximos exponentes de esta corriente. Su cuarto film El Lago del Ganso Salvaje nos adentra a una atmósfera pesadillesca a través de una historia de gangsters, violencia y corrupción. Una odisea nocturna y enigmática que encuentra en las bases del noir, un punto de fuga hacia lo insólito y perspicaz, con una maestría técnica brillante para inmiscuirnos en su historia sofocante y hacernos experimentar la turbiedad del asunto. Una película alabada por Quentin Tarantino durante su estreno en el Festival de Cannes y que advirtió a Diao Yinan como una de las miradas más promisorias de la actualidad.
The Farewell – Lulú Wang
¿Cómo puede ser el engaño el camino adecuado? Esta es la pregunta que inquieta a la protagonista de The Farewell, una joven china radicada en Estados Unidos, que debe enfrentarse a una penosa decisión contra la tranquilidad de su conciencia y en aceptación a un antiguo dilema generacional. Una historia conmovedora que narra el doloroso pacto de una familia entera por silenciar la gravedad de la enfermedad de la abuela. Con un encanto sugerente en cada escena, The Farewell empieza a desatar la solidez de su sentencia inicial con situaciones divertidas y esperanzadoras mientras evidencia una lectura sociocultural a raíz de la distancia. Una película que incita a la reflexión sobre los lazos familiares bajo el doloroso manto de la aceptación de la pérdida, pero que no se deja caer en la susceptibilidad de su conjetura.
About Endlessness – Roy Andersson
Una película de Roy Andersson se reconoce a primera vista con la muestra de cualquier fotograma, ya que el director sueco es una de las identidades autorales más singulares del cine contemporáneo. About Endlessness prescribe la soñolienta atmósfera de sus marcos surrealistas que conforman su excéntrica trilogía; llevando ese imaginario lúgubre a una sucesión de sketchs inspirados en “Las mil y una noches”. La película aborda entramados existenciales con la tonalidad absurda que caracteriza su lenguaje, ya que Roy Andersson siempre parece que se está burlando del mundo al mismo tiempo que lo está llorando. Su humor desgraciado está dispuesto a incomodarnos más que a satisfacernos para denotar con ironía la tragicomedia de la vida. About Endlessness nos sumerge en su fantasía pictórica, con sus encuadres sublimes, que profesan cierto distanciamiento, con unos personajes desalmados que no requieren empatía para exagerar nuestras inquietudes filosóficas más profundas.
Ema – Pablo Larraín
La última película del director chileno es una pieza incendiaria por donde se la observe. Con una calamidad implícita que se hace percibir constantemente en sus temperamentos, Ema revela una energía impactante en su concepto mientras su protagonista revela en el baile una forma de redención. Una película agresiva sin perder la elegancia, impulsiva sin dejar de ser enigmática y experimental sin ahondar en estructuras intrincadas. Toda una experiencia visual que trama con los distintos grados de intensidad de la historia, desde su pulso dramático latente, hasta sus coreografías surrealistas, Ema es un film electrizante y vigoroso al ritmo de puro reguetón. Y que además en eje de su conclusión pone sobre la mesa un debate a futuro sobre la concepción familiar.
Beanpole – Kantemir Balagov
Este film ruso abraza a la tradición cinematográfica de su país con una narrativa tan fría como un témpano pero con un desarrollo ardiente que derretirá cualquier prejuicio establecido. Una historia desgarradora, con un sombrío criterio estético y una potente descarga emocional. Beanpole refleja el desastre provocado por la Segunda Guerra Mundial a través de dos mujeres compañeras en combate que trabajan en un hospital con los soldados damnificados. Pero ellas también son víctimas de su tiempo y las huellas mentales son exteriorizadas con vehemencia mientras intentan sanar las heridas ajenas y propias que trastornan su abrumada cotidianeidad. Con una delicadez técnica insoslayable, una paleta cromática sosegada y un revelador empoderamiento femenino, Beanpole manifiesta la crudeza de la densidad de su atmósfera, mientras la relación entre ellas empieza a tornarse cada vez más asfixiante en una supervivencia psicosomática.
Bacurau – Kleber Mendonça Filho
Luego de Aquarius (2016), su director nos vuelve a presentar un relato en pos del sentimiento incesante de resistencia natal, pero esta vez con un desarrollo más apocalíptico y visceral. Ya que Bacurau es un western distópico con paisajes áridos y grandilocuentes que revela a su vez un discurso sociopolítico a través de una sátira iracunda. Una película arriesgada desde su énfasis en yuxtaponer una amplia cantidad de géneros, pero lo resuelve con un equilibrio atrapante y voraz que nos mantendrá en un estado de alerta de principio a fin. Porque la magia de una película como Bacurau es saber circundar en el peligro que se desdobla tanto en una forma intrínseca como en su invisibilidad. Con una potencia visual alucinante, Bacurau hace un retrato hipnótico sobre la violencia dominante de la lucha de clases, pero de una manera poco convencional y eficazmente delirante.
First Cow – Kelly Reichardt
A lo largo de su filmografía, Kelly Reichardt ha sabido pulir ciertas características propias de su cine: la contemplación, el minimalismo y el silencio son esenciales en su poética melancólica. En First Cow vuelve a incursionar en el western, como así los hizo en Meek’s Cutoff (2010); esta vez toma del género solo su temporalidad para abordar una historia sencilla y minuciosa pero con una solidez apasionante. Una fábula austera sobre un cocinero vagabundo y una vaca sagrada que exhibe los orígenes del capitalismo con una pericia poco solemne, porque a su directora no le interesan los grandes desarrollos, sino saber profundizar en los destellos de vitalidad de un fragmento como una impresión cotidiana. First Cow, al igual que todas las demás, consigue difuminar el vacío existencial con la inmensidad de la naturaleza y hacer de esa simbiosis espiritual, una oda a la belleza.
Atlantique – Mati Diop
Nada es lo que parece en Atlantique, la primera ficción de la actriz y directora franco-senegalesa Mati Diop. Comienza como una película de realismo social: un conjunto de obreros exigiendo el pago debido de su salario en la construcción de una torre moderna en los suburbios de Dakar y tras el inminente rechazo estos jóvenes deciden subirse a un bote y buscar un futuro mejor en Europa. En suelo africano quedan sus novias, esperando, como Penélope, el retorno de sus amados; pero la película da una vuelta de tuerca abismal y nos lleva a un terreno fantasmagórico dejando a un lado la odisea laboral. Atlantique narra con sutileza sus acciones sin precipicios dramáticos abordando un tono poético en su forma que nos dificulta discernir si lo que estamos viendo es un sueño o la vigilia. Con una belleza visual deslumbrante, la película hace del mar un protagonista sustancial por su presencia onírica, su interpretación ancestral y su cosmovisión prometedora.
El cuidado de los otros – Mariano González
El director de Los Globos (2016) tiene una impronta semejante al cine de los hermanos Dardenne, un cine minimalista y corporal, que construye con su cercanía la empatía entre el público y su protagonista. Luisa trabaja en una fábrica y también de niñera, que de repente se ve involucrada en una situación comprometedora a nivel laboral y afectivo. El cuidado de los otros es un microrelato que encuentra en el detalle una profundidad narrativa elocuente y con mucha naturalidad. Es una película fugaz que trata una problemática pequeña, pero consigue evocar una intriga espaciosa con lo que no nos dice. Una película que opta por fragmentar la información e irla revelando con insinuaciones extenuadas haciéndonos sentir la incomodidad e impotencia de todo el tiempo querer saber un poco más.
System Crasher – Nora Fingscheidt
Una película que narra la crueldad del mundo a través de los ojos de una niña salvaje que busca desesperadamente un abrazo de consuelo. La actuación de su protagonista es memorable por esa dualidad zigzagueante entre ángel y demonio, dueña de un frenesí desamparado que puede ser tan irritante como enternecedor. Pero a medida que conocemos la desdicha de la niña, entendemos la violencia que emerge en su interior al punto de mostrarle los dientes, como una bestia furiosa, a cualquiera que intente abrirle los ojos y hacerle dar cuenta de la trágica situación de abandono y esa rutina desafortunada de no encajar en ningún lado. System Crasher es una película desoladora con una energía rutilante y reflexiva.
¿Cuál agregarían, cinéfilos?