Rodney Rothman, uno de los guionistas y directores de la producción que acaba de ganar el Óscar como Mejor Película Animada explica en ésta entrevista cuáles fueron los temores que tuvieron y cómo fue construir este universo plagado de superhéroes arácnidos.
Desde que se estrenó y la vimos, entendimos que Spider-Man into the spider verse marcará un antes y un después en el mundo del cine animado. El desafío de recrear al máximo la lógica del cómic y trasladarlo a una película en donde personajes, trama, humor y visuales se combinan al máximo rindió sus cuentas; la cinta se quedó con prácticamente todo premio por el que compitió, incluidos un Óscar y un Globo de Oro.
Dentro del equipo de trabajo, uno de los guionistas y directores fue Rodney Rothman, de pasado en el mundo de la comedia como productor de Forgetting Sarah Marshall y Popstar: Never Stop Never Stopping, guionista de 22 Jump Street y parte del staff de escritores del Late Show con David Letterman. Con tanto bagaje humorístico, fue uno de los que aportó su cuota a este proyecto revolucionario. “Hubo varios momentos de ansiedad, en donde pensamos que no iba a funcionar, o que no íbamos a poder hacer la película como queríamos. Requería muchas herramientas nuevas, mucha cabeza. Pero nunca nos cuestionamos el enfoque; era la razón por la que habíamos aceptado el trabajo”, aseguró el realizador.
Mientras piensa en los proyectos que vendrán, entre los que aparece un nuevo spin-off de 21 Jump Street, Rothman se refirió al proceso de trabajo en Spider-Man into the spider verse. Hablando de legado, fue el primer cameo póstumo de Stan Lee. “Todos los que trabajaron aman y aprecian a Stan Lee”, sostuvo.
—¿Cómo nació este proyecto y la idea de hacer animación de esta forma?
—Diría que la inspiración inicial vino de Brian Michael Bendis que creó el personaje, Phil Lord, Chris Miller, Alberto Mielgo, Justin Thompson y Bob Persichetti. A medida que la película evolucionaba, como equipo fuimos colaborando para lograr lo mejor para el film, fue un trabajo de paso a paso; probar qué cosas funcionaban, deshacernos de lo que no. Requirió mucho años y muchas personas.
—¿Qué cambió a nivel personal después de esta película?
—Vamos a ver qué cambió, no estoy seguro todavía. Me hizo sentir más confiado para tomar ciertos riesgos en los trabajos que hago. La audiencia apreció esos riesgos que tomamos y nos apoyó, y eso me saca el miedo. En la industria esto le puede dar más confianza a los que pagan las películas para que con el equipo con el que trabajo podamos seguir tomando esos riesgos.
—La música y el arte callejero tienen un rol central, ¿por qué tomaron esa decisión?
—Nuestra meta era expresar la historia de Miles de forma cinematográfica. El arte callejero y esas expresiones son parte de Nueva York y parte de lo que Miles veía y experimentaba cada día. Hay paralelismos entre ese arte y el del comic, sobre todo con artistas que hicieron trabajos más coloridos y abstractos, como Jack Kirby o Bill Sienkiewicz.
—¿Cada Spider-Man necesitaba su propio estilo de animación?
—Sí, cada personaje pertenecía a un universo diferente y queríamos representar eso visualmente de distintas maneras. Eso implicó diferentes reglas para renderizar (editar digitalmente) cada personaje. Fue divertido para los técnicos que tuvieron que resolver cómo hacerlo. Todo el mundo disfrutó del desafío y ahora queremos continuar.
—Normalmente toma una semana para realizar cuatro segundos en una película animada. Ustedes sólo avanzaban de a un segundo por semana…
—Sí, fue algo con lo que tuvimos que lidiar, era parte del trabajo, pero los animadores aceleraron el proceso a medida que pasaba el tiempo. Aunque no fueron mucho más rápido.
—¿Por qué eligieron estas versiones de Spider-Man?
—Creo que todo se resumía a Miles Morales y a qué personajes podrían contrastar bien con él, o tener un punto de vista interesante, una forma de responder las preguntas que Miles tenía. También tuvo mucho que ver con quién quedaría genial en cada toma.
—Entonces, ¿quedaron otros fuera del film?
—Sí, empezamos a considerar distintas opciones y hubo varios grandes personajes que no pudimos meter. Todos estamos esperando hacer más de esto y explorar esas ideas.
—¿Están trabajando en algún spin-off o secuela?
—Van a haber más películas del spider-verse y otra película sobre Miles Morales. Pero no me corresponde revelar detalles de esto, hay cosas de las que no puedo hablar todavía.
El humor en el spider-verse
Entre los puntos fuertes de las películas que traen el sello de Marvel de estas épocas está el humor, y si bien Spider-Man into the spider verse no forma parte del MCU, la comedia no se quedó al margen. En este contexto, teniendo en cuenta el pasado laboral de Rothman, está claro pensar que fue uno de los que aportó para que el guión creciera en esos aspectos. “Spider verse nos dio un medio para que con mis compañeros pudiéramos pensar ‘¿qué sería divertido?’. Nos encanta construir un mundo, ya sea con comedia o drama, y para mí el desafío fue hacer un trabajo tridimensional de comedia”, afirmó.
Claro que no fue el único que aportó su granito de arena, y hubo varios personajes de la industria que fueron contactados para echar un poco de luz en el asunto de los universos paralelos. “Hablé con mucha gente, incluso con artistas, autores y realizadores que no conocíamos y admiramos. Les preguntamos qué harían en un universo paralelo. Hablé con Seth Rogen, Edgar Wright”, explicó, al tiempo que agregó: “Ojalá sea algo que podamos seguir haciendo en futuras películas. Es una forma muy divertida de trabajar con gente que admiramos”.
¿Y el meme de los postcréditos? Si te quedaste después de que Nueva York volvió a la normalidad y empezaron a correr los títulos de la película, seguramente viste la recreación de uno de los memes de Spider-Man más famosos de internet: el de los hombre araña señalándose mutuamente. “Estuvimos años pensando cómo poner eso en la película. Fue Phil Lord el que se dio cuenta de que el epílogo era el lugar para hacerlo”, explicó Rothman.