El director de Moonlight, la película ganadora del Oscar 2017, volvió con una historia sincera basada en la novela del critico social James Baldwin.
¿Cómo retomar la carrera después de recibir el gran premio del cine? En su tercer largometraje Barry Jenkins decide mantener la esencia de sus dos películas previas, Medicine for Melancholy y Moonlight, la flamante ganadora del Oscar, y vuelve a tratar las dificultades que se imponen ante el infinito universo de las relaciones humanas.
If Beale Street Could Talk involucra al espectador desde el minuto cero. Mientras finalizan los primeros créditos y las imágenes en movimiento comienzan a acomodarse, una voz en off larga la primera linea de un exquisito guion: “Ojalá nunca tengan que ver a quien aman a través de un vidrio”; así Jenkins elige presentarnos su nueva historia de amor, racismo y perseverancia.
La película está basada en la novela homónima de James Bladwin que cuenta la historia de Tish (Kiki Layne) y Fonny (Stephan James), una pareja de jóvenes afroamericanos a punto de mudarse y encarar una vida juntos pero son sorprendidos por la injusticia cuando Fonny es acusado y encarcelado por una violación. Mientras él está en prisión ella descubre que está embarazada y, acompañada por su familia, hace todo lo que está a su alcance para liberar a su pareja.
Pese a que la injusticia, el drama familiar y el suspenso son el foco de atención de la historia original de Baldwin, la película se enfoca en el amor que une a los dos protagonistas y al de la familia de ella, agregándole su distintivo estilo tan poético como simple.
Con actuaciones impecables para un guion notoriamente trabajado también por Barry Jenkins y una fotografía excepcional que transporta a los años 70, el director se conecta con la historia de forma personal y logra transmitirlo. Según sus propias palabras en una reciente charla abierta en New York, el director dijo que en Moonlight presentó la familia que tuvo y en Beale Street la familia que deseó tener, subrayando así las diferencias entre las dos historias.
No es ninguna novedad que a Barry Jenkins le atraen las historias de injusticias sistemáticas y se dedica a narrar casos en los que la realidad no diluya la capacidad de amar ya que, según él, “El amor es lo que nos hace fundamentalmente humanos.” En esta película vuelve a combinar su sensibilidad con su talento narrativo para volver a emocionar con una historia real y trascendente.
If Beale Street Could Talk está sonando fuerte en los grandes festivales de cine, recientemente se presentó en el Festival Internacional de Mar del Plata, recibió tres nominaciones a los Premios Gotham y se encuentra preseleccionada para los próximos Premios Oscar.
Su tráiler: