La sátira Mountainhead arribó al streaming el pasado 31 de mayo y contiene varias referencias a Argentina y Latinoamérica.
“Cuatro amigos millonarios se escapan del ojo público cuando explota una crisis internacional”, marca la trama de Mountainhead la cintadirigida y guionada por Jesse Armstrong, el creador de Succession. Con su estreno el 31 de mayo, la cinta muestra a Venis, Randall, Jeff y Hugo como versiones extremas de empresarios reales, y utiliza la mención de Argentina, Ecuador, Perú, Venezuela y Cuba para subrayar la desconexión y el oportunismo de la élite digital.
CONTIENE SPOILERS
En Mountainhead, Jesse Armstrong nos sumerge en una crítica mordaz al poder desmedido de los magnates tecnológicos. La historia sigue a cuatro amigos multimillonarios —interpretados por Steve Carell, Jason Schwartzman, Cory Michael Smith y Ramy Youssef— que se reúnen en una lujosa mansión en Utah mientras el mundo se desmorona debido a una crisis de desinformación generada por inteligencia artificial.
En el universo ficcional de Armstrong, estos deepfakes ultrarrealistas han desencadenado violencia sectaria, colapsos financieros y crisis gubernamentales globales. Argentina aparece repetidamente en los diálogos como ejemplo paradigmático de esta inestabilidad. Los personajes describen al país con una mezcla de oportunismo y desprecio: “Argentina es un caos. Argentina se está hundiendo. El banco central se ha vuelto loco”. Todo sucede mientras observan con frialdad cómo “lo que estamos viendo es hiperinflación en el sur y una crisis crediticia en el norte”.

Las figuras que inspiraron a los personajes
La película destaca cómo estos personajes, inspirados en figuras reales como Elon Musk, Mark Zuckerberg, Sam Altman, Peter Thiel y Marc Andreessen observan con frialdad las consecuencias de sus acciones, especialmente en países latinoamericanos como Argentina, Ecuador, Perú, Venezuela y Cuba. Argentina, en particular, es mencionada repetidamente como símbolo de caos financiero y político, reflejando la desconexión y el oportunismo de la élite digital.
“¿Nos hacemos con un par de naciones en decadencia y le enseñamos a la gente cómo se hace?” y sugiere “tomar uno o más estados frágiles o fallidos del hemisferio occidental, como Argentina, Venezuela o Cuba“. La conversación escala hasta el punto donde Hugo, el anfitrión, establece comunicación directa: “Buenos Aires, aquí Mountainhead. ¿Me escuchan? Soy Hugo Van Yalk”, y pregunta descaradamente: “¿Quién es quién en el golpe?”




La película no es ciencia ficción, sino un espejo distorsionado del presente. En 2025, “los ataques de ingeniería social han alcanzado un nuevo nivel de sofisticación gracias al uso de deepfakes”, con casos reales como “un empleado en Hong Kong que fue engañado mediante una videollamada falsa con su ‘jefe’, lo que dio como resultado la transferencia de 20 millones de dólares”.
Con un estilo que recuerda a Succession, Mountainhead combina humor negro y crítica social para exponer las dinámicas de poder y la falta de responsabilidad de quienes controlan las herramientas tecnológicas que moldean nuestra realidad.



