Te contamos porqué vale la pena ver cada minuto de The Brutalist, la película con Adrien Brody que recibió 10 nominaciones al Oscar.
Si bien Emilia Perez es la película con más nominaciones al Oscar y está en boca de todos por los polémicos dichos de su protagonista, discretamente The Brutalist recibió 10 nominaciones al Oscar y es la favorita absoluta de los que ya pudimos verla.
¿De qué va The Brutalist?
La película de Brady Corbet sigue a László Toth, un arquitecto judío que llega como refugiado de Hungría a Estados Unidos e intenta reconstruir su vida después de la Segunda Guerra Mundial, solo para descubrir que el “sueño americano” no es tan fácil ni agradable como esperaba.
The Brutalist está protagonizada por Adrien Brody, llega a los cines este jueves 6 de febrero, tiene una duración de 3.30 hs con un intervalo incluido de 15 minutos y acá te contamos porqué deberías verla.
Las interpretaciones
El trabajo de Adrien Brody, para sorpresa de nadie, es sobresaliente: es imposible imaginar a otro actor luciendose interpretando a este arquitecto que parece ser un personaje diseñado directamente para él. Pero cabe destacar también la sublime actuación de Guy Pearce como Harrison Van Buren que está nominado al Oscar como Mejor Actor de Reparto.
El actor de Memento habló sobre cómo este personaje que logra hacerse odiar lo cautivó desde el primer momento:
“Hicieron un trabajo tan maravilloso con el guion que, mientras lo leía por primera vez, sentí que estaba muy completo. Los personajes aparecían dibujados y descritos con tal precisión que me quedó claro desde el principio quiénes eran estas personas. Fue como tener entre manos una novela, en el sentido de que se trataba de una obra hermosamente construida y escrita. Me fascinó tanto que no podía esperar a hablar de ello con Brady: por supuesto, le hice muchas preguntas interesadas sobre mi personaje y todo aquello que representa, tras lo cual puede comprenderlo aún mejor en mis sucesivas lecturas del guion. Siempre he pensado que, cuando leo algo por primera vez, simplemente me fijo en si creo o no en el material. ¿Quién es este hombre? ¿Es alguien a quien yo podría interpretar? Si decido que así es, vuelvo a la primera página y trato de entender mejor el mundo que lo rodea.“
La historia
Si bien The Brutalist no está basada en un caso real y Laslo es un personaje de ficción (más allá de que exista un geólogo con ese mismo nombre), lo que hace más interesante esta historia es que está construida como si fuera una biografía, y por eso, sin tener contexto, es fácil pensar que podría estar basada en hechos reales.
El protagonista Adrien Brody tomó la experiencia de vida de su madre para construir el personaje ya que es una migrante húngara que dejó atrás su país para encontrar nuevas oportunidades en Estados Unidos en la década de los 50. Parte de la resiliencia que el actor reconoce en su madre como migrante y fotógrafa, las imprimió en su interpretación en The Brutalist.
La fotografía
La fotografía de esta película está a cargo de Lol Crawley, reconocido por sus trabajos en The OA, Here, White Noise, entre otras. En The Brutalist, Crawley logra planos únicos y desde su óptica convierte los momentos más duros y terribles de la historia de László en escenas visualmente potentes e inolvidables.
La duración
Si. Cada minuto es necesario para que The Brutalist logre transmitir con efectividad todo lo que se propone y el espectador pueda ver la transformación de los personajes y detenerse en cada momento de sus historias.
Además cuenta con un intervalo muy estratégico de 15 minutos que sirve para hacer un corte en la historia, procesar la primera etapa y sumergirse en el potente desenlace con total atención. Esta pausa divide la película en dos partes que difieren en tono y estilo. La película es una en su primera mitad, y tras el intermedio, es otra. El intervalo ayuda a que el espectador se prepare para ese cambio, y también refuerza la cualidad operística de la película: porque en el teatro y la ópera se siguen haciendo intermedios.
En entrevista con Indie Wire el director contó que “siempre estuvo presente la idea del intervalo. Es curioso, en cierto modo ha llamado más la atención de lo que esperábamos. A mí personalmente me cuesta sentarme quieto durante tres horas y media, así que lo necesitaba. Y fue una decisión de cara al público”. Y añadió que “la gente se sienta en casa y ve entre ocho y dieciséis horas de una serie limitada con pequeños descansos, así que si aplicas esa idea a esta película, la estás viendo con un pequeño descanso en medio”.
The Brutalist puede ubicarse como una película sobre la inmigración, sobre el abuso de poder o sobre la creación artística, pero su mayor virtud es transmitir el poder del cine. La autoridad y valentía que tiene esta historia y su manera de contarla la convierten en un clásico instantáneo, independientemente de sus números en taquilla o las estatuillas que reciba.