En el día 8, te recomendamos una de las mejores películas de terror de la década, que te va hacer mirar para todos lados al salir a la calle.
¿Dónde ver?
Disponible en Apple TV y Stremio.
Ideal si te gustó:
Pesadilla en Elm Street, La llamada o Smile.
No apta para:
Quienes llevan su libertad sexual como una filosofía de vida.
Inteligente, hipnótica, experimental y profundamente perturbadora, It Follows no es solo una película de terror independiente; es una reinvención del género. Con una premisa tan sencilla como desgarradora, David Robert Mitchell nos entrega un relato donde una entidad implacable, transmitida a través del sexo, persigue de manera inexorable a sus víctimas. Pero acá, el verdadero terror no radica solo en la criatura, sino en la paranoia silenciosa que acecha cada momento. La película retuerce las reglas con una sutileza que incomoda, fusionando simbolismo y tensión pura en un ejercicio de estilo que inquieta más por lo que no muestra que por lo que revela.
“It Follows” teje una escalofriante trama donde la sexualidad se convierte en una maldición. Tras un encuentro íntimo, la protagonista, Jay, es perseguida por una entidad sobrenatural que puede adoptar diversas formas. Esta premisa establece una conexión directa entre el placer sexual y el terror, convirtiendo al acto en un karma peligroso y potencialmente fatal. La película utiliza este elemento para explorar temas como el miedo al sexo, las enfermedades de transmisión sexual y las consecuencias de las decisiones impulsivas. A través de la lente del terror, “It Follows” nos invita a reflexionar sobre la sexualidad adolescente y la construcción social del miedo alrededor de ella.
La película transforma cada encuentro casual en un potencial enfrentamiento mortal. Cada sonrisa, cada mirada, cada paso se convierte en una señal de alerta. La entidad, al ser tan adaptable y poder tomar la forma de cualquier persona, siembra la desconfianza en cada interacción social. Los amigos, la familia, incluso los desconocidos en la calle, se vuelven sospechosos. La soledad se convierte en un arma de doble filo. Por un lado, la protagonista busca refugio en la compañía de sus amigos, pero por otro, la multitud se convierte en una amenaza constante. La entidad podría estar escondida entre la gente, esperando el momento perfecto para atacar. Esta sensación de aislamiento en medio de la multitud es lo que realmente aterroriza.
It Follows nos atrapa desde el primer momento con una propuesta visual inquietante, donde la cámara es casi un personaje más. David Robert Mitchell aprovecha magistralmente la profundidad de campo, jugando con los espacios abiertos y los planos largos que refuerzan esa sensación de que algo o alguien podría estar siguiéndote siempre. La cámara sigue a los personajes, a veces de forma lenta, dándonos la misma sensación de paranoia que sienten ellos, mientras el terror se cuela desde las esquinas, más allá del campo de visión.
La persecución constante a la que se ve sometida la protagonista genera un desgaste psicológico que va más allá del terror físico. La entidad se convierte en una obsesión que consume su mente, alterando su percepción de la realidad y minando su confianza en los demás. La película nos muestra cómo el miedo puede aislar a una persona, incluso cuando está rodeada de seres queridos. Es un retrato crudo de la soledad y la desesperación que acompañan a una amenaza que parece no tener fin.
Para nuestra fortuna (y desgracia), la secuela de It Follows fue confirmada un año atrás bajo el nombre They Follows. Como si no hubiéramos tenido suficiente sacudida con la primera entrega, el director David Robert Mitchell y Maika Monroe están de vuelta para asegurarse de que sigamos mirando por encima del hombro al salir a la calle. La espera parece interminable, pero al menos podemos consolarnos sabiendo que más persecuciones y tensión insoportable están en camino.
Mirá el tráiler a continuación: