Alexa Nikolas, actriz de la serie estadounidense Zoey 101, contó en sus redes sociales el episodio que vivió con Jonah Hill una fiesta.
Una actriz de la famosa serie estadounidense Zoey 101, Alexa Nikolas, aseguró haber sido abusada a sus 16 años por el actor de El lobo de Wall Street, Jonah Hill, durante una fiesta en la casa de otra figura del cine estadounidense.
Alexa hizo una publicación de Twitter, en la cual contó que los hechos ocurrieron en 2008, cuando fue invitada a una fiesta en la casa de Justin Long, quien compartía vivienda con Jonathan Togo, un “actor depredador de CSI Miami”, recordó Nikolas.
“En un momento de la fiesta, cuando había mucha gente borracha porque los depredadores estaban alimentando a los menores con un montón de alcohol, Jonah Hill, quien entonces tenía 25 años, se me acercó“
“Jonah Hill parecía tener los ojos puestos en mí porque en un momento dado quise un cigarro y me dijo que tenía uno en su coche ‘justo afuera’. No me pareció un gran esfuerzo, así que confié en él. Salí y tomó los cigarros de su asiento delantero”, relató la joven.
Fue entonces que se produjo la agresión, aseguró Nikolas: “Jonah Hill no me dio el cigarro lo cual me pareció raro y luego mientras caminábamos de regreso a la puerta se lo pedí y no dijo nada, pero me azotó contra la puerta y me metió la lengua hasta la garganta. Estaba tan horrorizada que lo empujé y corrí adentro”.
La actriz concluyó: “Este tipo de comportamiento depredador estaba hipernormalizado cuando yo era niña, ahora me enorgullece ver cómo las mujeres plantan cara a los hombres maltratadores”.
Otra acusación
Esta denuncia a Jonah Hill, se suma a la de Sarah Brady, expareja de Hill, que mostró los mensajes violentos del comediante y su experiencia con él. Brady fue novia del actor y por redes sociales compartió varias capturas de pantalla de conversaciones con el actor donde le prohibía hablar con otros hombres, compartir fotos con cierta ropa y salir con determinados amigos que a él no le gustaban.
Brady sigue trabajando en su salud mental con las secuelas que le dejó esta relación a la que calificó como “abuso emocional” y, a un año de haber terminado con él, confesó que también lucha con la salud mental: “Ha sido un año de curación y crecimiento con la ayuda de seres queridos y médicos para volver a vivir mi vida sin culpa, vergüenza y autojuicio por cosas tan pequeñas como surfear en traje de baño en lugar de un traje de neopreno más conservador. Y estoy segura de que aún me queda mucho por sanar de este abuso”.