Marianne y Connell íntimos. Hablamos con los protagonistas de Normal People y su director

“Hay algunos vínculos imposibles de romper”, con esta sentencia y una relación intensa que va más allá del tiempo, la distancia y el mundo que los rodea, se presentan Marianne Sheridan y Connell Waldron, los protagonistas de Normal People, una de las historias más sinceras y nostálgicas contadas en los últimos años. Nacida del libro homólogo de Sally Rooney, la nueva serie de STARZPLAY cobra vida en la piel de Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal, dos jóvenes actores en los que la audiencia verá reflejada sus propias experiencias como nunca antes.

“Buscar tener la vida perfecta no siempre es lo más importante”, expresa Daisy, haciendo referencia a que a veces hay que dejar de lado la relación idealizada y estable, para ahondar en vínculos más profundos. Por su parte, Paul asegura que el show invita al espectador a reflexionar sobre la complejidad de los sentimientos: “Pueden causar mucho dolor, como mucha alegría y felicidad al mismo tiempo”.

Es justamente con ellos y con su director, Lenny Abrahamson, con quienes tuvimos la chance de hablar junto a otros medios de todo el mundo y repasar los detalles mas íntimos de la historia y el detrás de cámara, a pocos días de su estreno oficial pautado para el 16 de julio del 2020.

Lenny, en una era llena de tecnología decidiste contar la historia en una forma más clásica. ¿Tu intención fue crear una historia de amor atemporal?

Esa es una buena forma de decirlo. Pienso que lo interesante es que en la actualidad, sobre todo en televisión, pareciera que fuera radical volver a una historia clásica. En el contexto de televisión contemporánea, contar la historia de personajes adolescentes o juveniles, pero sin todo el glamour, la sensualidad y los clichés de los dramas adolescentes, y en cambio tratándolo de una forma tierna y natural, es hacer algo nuevo. La idea era que eso fuera a sorprender a la audiencia y permitir a los televidentes mirar a estos personajes fuera de la versión contemporánea y común de este tipo de dramas. Es duro crear un film sobre algo que, por lo general, no es tomado con seriedad. 

Hubo un gran revuelo con la cadenita de Connell y los flequillos de Marianne, ¿se imaginaron alguna vez que algo así podría pasar?  

Paul: No, no creo que nadie hubiera podido anticipar algo así (risas). 

Daisy: Eso es algo que no podría siquiera comprender. Es bastante fantástico saber que cada departamento que trabajó en el show es celebrado. Lorna (Marie Mugan) fue nuestra diseñadora de vestuario, e hizo un trabajo increíble con Marianne y Connell, y es muy emocionante que sea reconocida.  Sandra (Kelly) y Sharon (Doyle) que se encargaron de mi pelo y maquillaje, estaban a cargo de los flequillos y es maravilloso que la gente las reconozca. Pienso que es super raro y difícil de creer, porque está todo en mi teléfono, se siente surrealista porque al final del día sos vos en tu habitación con tu flequillo. Y debo decir que está bastante bien mantenido a pesar de la cuarentena (risas). Pero ha sido fantástico ver las reacciones de la gente sobre el show y la forma en que los ha tocado. A mi me conmovió mucho el libro cuando lo leí y eso creó un lazo muy fuerte en mi. 

Lenny, conseguir la química que puede verse en la pantalla entre Daisy y Paul es muy difícil. ¿Cómo fue el proceso de casting?

Fue bastante largo, porque todo dependía de dar con los actores indicados. Paul llegó bastante rápido, fue elegido primero. Su audición fue tan fabulosa que no tuve dudas que era el indicado. La parte más difícil fue encontrar a alguien que pudiera interpretar un personaje tan complejo como Marianne, pero que al mismo tiempo tuviera esa química intensa con el otro actor. Buscamos por todos lados: Irlanda, Inglaterra, Australia, Estados Unidos. Habremos visto unas mil Marianne posibles y entonces vino Daisy. Audicionó con un video y fue hermosamente delicada, perspicaz y natural. Pensé “por favor que esto funcione” (risas). Trajimos a Daisy para que conozca a Paul y los audicionamos juntos frente a la cámara. De repente, fue obvio que tenían esta chispa creativa entre ellos. Les encantaba divertirse, estaban realmente sincronizados. Había tres personas detrás mío en la habitación y al final de la primera escena, todos tenían lágrimas en los ojos, y fue ahí cuando pensé: “Es una buena señal”.  No importa que tan bueno sea el guión o el director, si el reparto no es el correcto no tendríamos un show y la audiencia nunca nos perdonaría por darles al Connell y la Marianne equivocados. Y esto lo digo sólo porque Paul y Daisy están acá, sino mi respuesta habría sido completamente diferente (risas).

(ADVERTENCIA: La siguiente pregunta contiene SPOILERS del capítulo final).

La serie termina como el libro, pero cualquier persona que la vea va a querer saber qué pasa con ellos más adelante. ¿Cómo se imaginan la historia después del episodio 12? Ya más maduros ¿Volverían a encontrarse o continuarían en ese constante desencuentro?

Daisy: No podría imaginarme la historia sin la mente fantástica de Sally (Ronney), pero a mi me gusta que el final sea abierto, porque eso significa que nunca tendré que decirle adiós a Marianne y a Connell, ellos estarán vivos y respirando en algún lugar y podría imaginarme sus vidas en muchísimas formas diferentes. Pero lo que realmente deseo para Marianne es que se haya asentado y que comience a sentirse cómoda con ella misma, que sienta que vale el amor que le tienen y a medida que crezca, espero que eso se afiance en ella. Para Connell deseo que realmente persiga su trabajo y se sienta cómodo consigo mismo también. Solamente espero que sean felices. Siempre estarán en la vida del otro, pero si es en una relación no estoy segura, aunque dudo que puedan ser solo amigos (risas). 

Paul: Siempre tengo mis dudas cuando pienso qué va a pasar entre ellos. Son personajes complejos realmente buenos, de esos que nunca podes definir sus identidades fácilmente, ni estar seguro qué dirección pueden llegar a tomar. A mi me gustaría imaginar que serían algo más que sólo amigos, como dice Daisy. Espero que él vaya a Nueva York. Imagino que seguiría la línea de su historia y al principio le costaría un poco, pero finalmente descubriría su camino para convertirse en escritor y volver a encontrar a Marianne en el proceso. Eso es lo que les deseo.

(Fin del SPOILER)

Lenny ¿Cuál fue el mayor desafío de dirigir a Paul y a Daisy?

Supongo que el desafío es siempre el mismo, se trata de intentar encontrar la mejor versión de la escena que estás haciendo, e intentar mantener las cosas vivas. Estábamos siempre buscando encontrar algo nuevo, algo que se sienta una versión mejorada de la escena que ya teníamos, incluso el dia de la grabación. Esas ideas llegaban de Paul, de Daisy, de mi o de Susie (Lavelle), la directora de fotografía. Mantuvimos un set tan creativo, vivo y abierto como pudimos y esa es la mejor manera de trabajar. 

Lo que todos quieren saber ¿Hay alguna chance de una segunda temporada?

Lenny: No creo que haya una inmediatamente, pero sí pienso que seria lindo saber en cinco años qué pasó con Marianne y Connell, al estilo de “Antes del Atardecer”. Si todavía puedo caminar y estos chicos están dispuestos, estaré llamando a sus representantes (risas) 

Paul: Y yo preguntaré: “¿Quién es Lenny? (risas).

Lenny, hay un grado muy grande de intimidad emocional en la historia ¿Cómo lograste construirla y traspasarla a la pantalla?

Cuando leí la novela sentí que hay dos tipos de intimidades. Está la intimidad entre Connell y Marianne, que es brillante porque es un hecho, no no necesita explicación. Sally los describe tan profundamente, que sentís esa conexión, incluso antes de que pase algo. Pero después está la otra forma de intimidad, que es la del lector y los personajes. De verdad uno se siente extremadamente cerca de ellos. Yo me sentí así. Pero hablo de una proximidad física incluso, porque se describen los gestos más pequeños, las fluctuaciones de los sentimientos. Estaban esas dos cosas. Trabajé con Suzie Lavelle que es fantástica y juntos hablamos de cómo filmaríamos y de ciertos tipos de acercamientos y planos detalles que elegimos. Todo eso es muy complejo para los actores, porque significa que la cámara está siempre muy cerca de ellos y es bastante difícil actuar cuando tienes esta presencia grande y vislumbrante pegada a vos. Pero eso es lo que te da la sensación de estar dentro de la historia con los personajes. También tenes las manos de ellos, que expresan de forma muy sincera lo que están sintiendo. 

¿Qué puede aprender la audiencia sobre el amor y las relaciones al mirar Normal People?

Paul: Creo que lo que podemos aprender es que los sentimientos son algo increíblemente complejo y pueden causar mucho dolor, como mucha alegría y felicidad al mismo tiempo. considero que lo que el show trata de mostrar es que los sentimientos son fáciles de sentir pero difíciles de expresar y eso probablemente sea el amor verdadero. 

Daisy: Creo que lo que show hace tan brillantemente es mostrarnos lo que significa ser una persona normal, y al mismo tiempo dejando claro que ninguno de nosotros es normal, que todos los sentimientos son válidos y pasamos a través de diferentes altibajos durante nuestras vidas y esta bien disfrutarlos. Lo que nos enseña es a darnos cuenta que buscar vivir o tener la vida perfecta no siempre es lo más importante y muchas veces tampoco lo correcto.