Hoy llega la nueva película argentina dirigida por Lujan Loioco y Mariano Tuker.
¿De qué va?
Algo con una mujer está ambientada en 1955, el año en el que Perón fue derrocado. Rosa (María Soldi) es una costurera de clase media que se encuentra envuelta en un crimen que ella misma decide resolver.
Sobre su personaje y la construcción de la época, hablamos con su protagonista.
¿Cómo es que te llega esta propuesta para tu primer protagónico en cine?
La propuesta fue bastante directa porque con Lujan ya nos conocíamos de un trabajo previo que ella había dirigido, y de hecho habíamos trabajado con Manuel Vignau, otro de los actores de esta película.
Un día me escribió Lujan para mostrarme el guión que había escrito con Mariano Tuker, diciéndome que me pensaron para el personaje de Rosa y les gustaría enviármelo para ver si me interesaba. Y fue así, me envió el guión y ahí arrancó todo, fue bastante direccionado.
¿Qué fue lo que te llamó la atención del guion para aceptar el personaje?
Me pasó algo muy a la primera lectura, que apenas me llegó el guión lo empecé a leer y lo leí en un tirón, como si fuera una novela. No es que tuve que estar frenando, pensando, sino que me pareció súper fácil de leer y todo el tiempo la lectura me generaba imágenes. Me parecía divertido ese personaje (Rosa), aunque lo veía lejano, complicado, pero al mismo tiempo me parecía algo novedoso.
Me atraía que sea de época, sentía suspenso en la escritura, y eso me generó algo físico y muy intuitivo que a primera vista me sedujo.
¿Cómo fue la experiencia de interpretar un protagónico de mujer en una época donde eran tan oprimidas?
Es medio loco, pero aun así pasando tantos años uno no siente tan lejano el machismo y la opresión. Obviamente en esa época estaba todo más tenso y sobre todo por una cuestión política, que es otro condimento que se le suma a la época, el momento sociopolítico.
Pero si hay algo del hecho de ser mujer es que, aun habiendo pasado tantos años en el medio, sigue existiendo esa diferencia. Fue como ir indagando, armando un doble escenario pensando en el adentro y el afuera, es decir, como se comporta Rosa puertas adentro y cómo se comporta puertas afuera, en lo social, y después todo lo que hay en el medio de eso. Pero sobre todo se hizo mucho énfasis en “la Rosa de la casa”, y la Rosa de cómo es frente a la mirada externa y también en su mundo de fantasía y melodrama y todo lo que ella se puede construir que es un poco lo que la hace respirar en un ambiente y en una sociedad donde la mujer esta tan puesta en un último plano y funcional al hombre, como para acompañar y escoltar al hombre.
Eso me parece interesante, ir descubriendo cómo es el mundo interno de este personaje.
¿Qué fue lo que más te identificó con Rosa?
Yo tuve un modelo de familia convencional, de la mujer en la casa, cocinando, y en la película eso está como un poco al extremo pero en algunos puntos sintoniza, uno dice como “ah, mira, no estaba tan lejos”. Después, en particular, María con Rosa, creo que está la humanidad que una le da al personaje. Sin dudas uno encuentra cosas muy personales a la hora de ver la película, como los gestos con las manos, yo que soy mucho de articular y veo que el personaje hace bastante énfasis ahí; María y Lujan vieron algo propio mío ahí y un poco lo pusieron al servicio del personaje. Y después están esas cositas que uno tiene, que los directores se dan cuenta que sale de manera espontánea y se van sumando al personaje como una forma de humanizarlo.
Algo con una mujer se puede ver a partir de este jueves 18 de junio en Cine.ar.