¿Qué miramos cuando viajamos? ¿Qué cosas nos llaman la atención y cuales dejamos pasar? Todo depende de cuanto sepamos. El conocer genera contexto. ¿Acaso podemos entender el cine de Almodóvar sin saber nada sobre el rol de las mujeres durante el segundo franquismo español? La respuesta es sí, pero es menos divertido. ¿Qué sería de Japón sin su cine? O, mejor aún ¿qué sería de Japón sin la mirada occidental sobre su cultura?(Gracias Hollywood por enseñarnos a estereotipar con estilo).
Entonces… estás por viajar a Japón y crees que tenés todo resuelto (y hay muchas chances de que así sea), pero por si acaso, te regalamos este artículo para ayudarte a descubrir el país del sol naciente a través del cine (propio y ajeno) y, de esa manera, sumarle a tu experiencia aquella sensación neurótica que te invade cuando ves el café de Amelie en París por primera vez, o el edificio de Friends en New York. Ese “cholulaje” cinéfilo que nos empuja a querer sacarnos una selfie con aquel ladrillito minúsculo que apareció en la última película de Ryan Gosling, sino… ¿para qué pagamos Netflix? Tres obras occidentales y tres japonesas. Tres miradas distintas de un mismo lugar. Una especie de baño idiosincrásico cultural para la previa.
Las tres de Hollywood:
Lost In Translation (2003)
Un clásico. Sofia Coppola, Tokyo y white people´s problem (¡Pero en Tokyo!) ¿Qué más querés? Para algunos, el aburrido extremismo elitista norteamericano, menospreciando cualquier cultura que no sea la propia. Para otros (como quien escribe), cine por todos lados. Aparte está Bill Murray. Pero más allá de si te aburrió la última vez que la viste (si no la viste seguí las instrucciones a partir de ahora), mirala de nuevo, pero esta vez haciendo foco en la ciudad, esa actriz de reparto que, por momentos, se vuelve principal y deja a todos (incluyendo a Sofía) en segundo plano. Recorré sus calles junto a Charlotte y perdéte entre mercados y hoteles luminosos. Sofía es una experta en desnudar a sus personajes hasta dejarlos indefensos frente al espectador, aprovechalo y volvete un caminante más de la ciudad. Aburríte otra vez si es necesario, pero bajo los neones de Shibuya y Shinjuku. Así, cuando estés ahí, parada frente al Park Hyatt, puedas disfrutar como se disfruta volver a esos sitios que alguna vez nos hicieron felices (aunque nunca hayamos estado). Aparte, ¡es Sofia y Tokyo! Déjate llevar.
Memorias de una Geisha (2005)
Esta obra impresionante de Rob Marshall, basada en el libro homónimo (y también impresionante) de Arthur Golden, es un imprescindible si vas de visita por Kyoto. La cultura Geisha de “La Flor y el Sauce”, esconde vidas sacrificadas de artistas entrenadas para ser las mejores y esta película te ayuda a sumergirte un poco en esa crudeza casi poética de la tradición japonesa. El film nos cuenta la vida de Chiyo y el camino que debe recorrer hasta convertirse en geisha. Gracias a su historia vamos a poder entender bien las duras pruebas a las que son sometidas las jóvenes maikos (aprendices de geisha) y el verdadero rol que cumplen en la sociedad nipona, mientras nos paseamos por las calles de Kyoto, más puntualmente el barrio de Gion. Y si lo complementas con el libro “Geisha” de Liza Dalby (principal consultora de Golden para escribir su best-seller), te convertís en un experto nivel 8 (para ser 10 tenés que ser una verdadera geisha).
The Ramen Girl (2008)
Porque las comedias románticas también pueden saltar.. o algo así. Esta es una película independiente, dirigida por Robert Allan Ackerman y protagonizada por Brittany Murphy (siempre serás nuestra Tai en “Ni idea”). La historia nos muestra las desdichas de una norteamericana que se mudó a Tokio para estar con su novio, pero después de que la relación se rompiera ella intenta, sin éxito, encontrar su lugar en la ciudad. Todo parece perdido hasta que un día prueba el plato de ramen perfecto. Su fascinación por esta comida la lleva a perfeccionarse en su preparado, con un maestro japonés, hasta convertirse en el Daniel-san del Ramen (es una comedia romántica, no seas exigente). La peli no solo nos muestra los rincones de la ciudad, sino todo su arte culinario, así como la importancia del traspaso generacional de las tradiciones, que son tesoros invaluables en la identidad de una estirpe. Te aseguro que si la ves, lo primero que vas a hacer cuando llegues a Japón es ir a probar los mejores ramen de la ciudad y reflexionar sobre el esfuerzo que significa la preparación perfecta de cada plato dentro del legado familiar.
Cine japonés autentico
Adrift in Tokyo (2007)
La historia es simple: Takemura debe mucha plata y cuando viene el cobrador, no le puede pagar. Este se ofrece a prestarle el dinero con la condición que lo acompañe a caminar por Tokio y esto es lo que hacen durante 1 hora y 40 minutos que dura la película. Recorren todos (y cuando decimos todos, es TODOS) los puntos de la ciudad que vas a estar visitando apenas llegues a la capital nipona (y muchos que, seguramente, vas a sumarle después de ver esta particular comedia dramática). Perfecta para recrear esos famosos recorridos cinéfilos que tanto nos encantan y también para sumergirte en la vida de las calles de la ciudad, lavadas de pretensiones sofisticadas y más allá de los focos glamurosos del cine comercial.
Bounce KO Gals (1997)
La importancia de esta película recae en saber reconocer la dinámica del centro nocturno de Tokio: Shinjuku. Calles repletas de neones luminosos, restaurantes con luchas de robots, pubs, arcades y mucha fiesta. Es el lugar perfecto para disfrutar de la noche japonesa, pero también es el epicentro del mundo de las drogas y la prostitución (incluyendo la infantil). Grandes carteles ofrecen acompañantes versionadas de lolitas u otakus, en lo que podría ser el Times Square de New York o la Strøget de Copenhague, como un entretenimiento más del barrio. “Bounce KO Gals” te va a ayudar a identificar esos personajes, adentrándote en el mundo del negocio millonario que se mueve escondido a simple vista. Esto no significa que sea un lugar peligroso, es uno de los puntos turísticos más importantes de la ciudad y no podes dejar de visitarlo, sin embargo, mirar esta obra del director Masato Harada (Omura en El Último Samurai) te va a ayudar a entender mejor el contexto y descubrir qué esconden esos grandes avisos publicitarios, las mujeres cincuentonas despidiendo hombres entrajados y las pequeñas adolescentes sonrientes en las puertas de los establecimientos.
Tokyo Sonata (2008)
A pesar de ser una obra de Kiyoshi Kurosawa (emblema del terror en Japón), esta película es un drama bastante lento, que nos lleva a entender el significado del trabajo en Japón. Ser un padre de familia desempleado, no es sólo un problema con consecuencias económicas para un japonés, sino una deshonra y una vergüenza que los lleva a cometer actos exageradamente drásticos, que tienen más que ver con el concepto de “honor japonés” que con el dinero. Kurosawa nos pasea por las calles de Tokio con otra mirada, con la necesidad y la desesperanza como enfoque principal, a través del lente de una familia que poco a poco se va resquebrajando hasta quedar completamente destrozada.
Bonus track: Your Name (2016)
No podemos viajar a Japón sin ver al menos una obra de animé, también conocidas como esas-pelis-frikis-de-dibujos-animados-que-vemos-los-que-tenemos-más-de-doce-años (quien escribe muchos más). Quizás sos uno de esos “frikis” y tu viaje a Japón tiene mucho que ver con eso, pero quizás no, y sos de las personas que jamás les dio una oportunidad, por eso te vamos a mencionar un título que, no sólo te va a volar la cabeza visualmente, sino que te va a hacer replantear todos tus prejuicios con este tipo de producciones. Your Name es otra body swap movie (intercambio de cuerpo) que tranquilamente podría haber sido protagonizada por un joven Tom Hanks japonés en los 80, pero lo más impresionante es la perfección detallista con la que están creadas las locaciones (sobre todo las de Tokio, donde se desarrolla gran parte de la peli). Es posible ir a cada spot de la cinta y fotografiar los sitios, reproduciendo hasta el más mínimo detalle: grafitis, edificios despintados, señales de tránsito, etc. Es un gran exponente del cine animado japonés, dale una oportunidad, quizás me lo termines agradeciendo.
Ahora sólo resta preparar el otro 99% del viaje, y ¡voilá! (sí, ya sabemos que eso es francés, pero ya estamos pensando en los próximos artículos de viajes).
¿A qué ciudad están por viajar, Cinéfilos?