¿Quién es Jean Seberg? Esta es la pregunta que Kristen Stewart deja sin respuesta en uno de los planos de la historia. Pero la pregunta más acertada hubiera sido: ¿Qué harías tú con la vida de Jean Seberg?
La cinta arranca con cierta viveza tratando de posicionar al espectador en los años 60 en Los Ángeles (EEUU). Cabe recordar que por aquel entonces, EEUU estaba sumida en una oleada de numerosas protestas por el trato discriminatorio que sufría la sociedad afroamericana. Jean Seberg harta de quemarse con banales papeles que la encasillaban en la novia de los Estados Unidos, se une a Hakim Jamal (Anthony Mackie) para luchar por una sociedad igualitaria. Quizás este sea uno de los puntos más contradictorios del propio film ya que la trama principal pierde fuerza hasta difuminarse y no saber que sucede por momentos.
El FBI se posiciona en contra de Seberg al descubrir que ella está dispuesta a ayudar con la fuerza de su imagen a la causa. Aquí entra en escena uno de los personajes más interesantes del film Jack O’Connell que finalmente interviene para evitar el trabajo de demolición que han planeado sobre la actriz. Quizás sea uno de las tramas más interesantes pero desgraciadamente por momentos resulta muy previsible y poco expeditiva.
Desgraciadamente la cinta cae en un sinfín de clichés que no hacen más que torpedear su visionado hasta resultar lenta y simplista. Por momentos, los diálogos que acompañan a una cuidadísima fotografía resultan planos. Tan solo cabe destacar la actuación de Stewart que sostiene sus escenas a golpe de puro talento, tal y como hizo en Certain Woman o Personal Shoper. Sin duda es el único reclamo que puede ofrecer este film, que lejos de aprovechar las posibilidades que le ofrece el tema y el propio elenco, deriva en una propuesta muy poco arriesgada.
Seberg se estrenó en el Festival Internacional de San Sebastián con la presencia de su protagonista Kristen Stewart.
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