Luego de tres décadas de espera, a Pedro Almodóvar le llegó el León de Oro del Festival de Venecia.
La Mostra le dedicó esta distinción a Almodóvar por ser el director español más importante desde Luis Buñuel y porque lo considera un “hijo pródigo”: en 1983, el cineasta tuvo su debut internacional en Venecia con la película Entre tinieblas.
Aquella vez no se llevó el codiciado León de Oro, pero no guarda ningún rencor. Sobre todo, porque su película recibió las felicitaciones del presidente del jurado, ni más ni menos que Sergio Leone, y de una de sus integrantes, Lina Wertmüller.
“He vivido lo suficiente y el tiempo me está dando la razón. Siento que, 31 años después, me están dando el León de Oro por una película que traje en 1988. Y me gusta creer que es un hecho de justicia poética”, señaló Pedro.
Tras la rueda de prensa, el autor de “Matador”, “Todo sobre mi madre” y “Dolor y gloria”, entre otras, pasó por la alfombra roja de Venecia para recoger su deseado León de Oro, una distinción que este año también recibirá la británica Julie Andrews.
En la ceremonia de premiación habló, visiblemente emocionada, la directora argentina Lucrecia Martel, este año presidenta del jurado de la Mostra y a quien Almodóvar ha producido varias películas.