Tras la lesión de Daniel Craig que obligó a la producción a frenar el rodaje, la película tuvo un nuevo accidente que terminó con un miembro del equipo con heridas leves
¿A cuántos accidentes estamos de decir que la próxima James Bond está maldita? La producción se paró por segunda vez en pocas semanas, a raíz de un accidente durante una explosión controlada. Si bien todo parecía haber salido de manera correcta, la alarma se encendió cuando notaron que un miembro del equipo había sufrido heridas menores.
Por eso, decidieron frenar el trabajo de manera momentánea hasta poder determinar el alcance de la explosión. Con la intención de evitar al máximo cualquier tipo de retraso en el estreno, la filmación había continuado con las escenas en las que Daniel Craig no formaba parte, ya que el actor se está recuperando de una lesión en el tobillo que lo obligó a someterse a una cirugía.
Se trata de la película número 25 en la saga de James Bond, cuya fecha de estreno está estipulada para el próximo año. Además del mencionado Craig, una de las grandes incorporaciones para esta historia será la del reciente ganador del Óscar, Rami Malek.