– “No has sido un buen hijo, hijo mio.
– ¿No?
– ¡No!”
Con ese diálogo de madre e hijo, comenzaba el trailer lanzado hace unos meses de “Dolor y Gloria“, donde inmediatamente instalaba la duda de si la nueva película del director de “Todo sobre mi madre” era o no autobiográfica. Solo bastaba con conocer los primeros diez minutos del film para confirmarlo y entregarse a disfrutar del relato.
Entre tantas biopics, tan polémicas como taquilleras, llegó la película de autoficción del mayor referente actual del cine español y es un relato íntimo, sincero, nostálgico y, como siempre, estéticamente bellísimo.
Pedro Almodóvar confió en su actor fetiche, Antonio Banderas, para interpretar a Salvador Mallo, un director de cine que se encuentra en el ocaso de su carrera y rememora su vida a base de recuerdos y reencuentros en los que habla de amores, pasiones y pérdidas. Al revisar su pasado, Salvador encuentra la necesidad de narrarlo, y en ese proceso de sanación encuentra su gloria.
Sumergido en sus dolores, los afectivos y los físicos (tinnitus y fotofobia, como Almodóvar), el protagonista encuentra un refugio en la heroína y éste recurso funciona perfecto en la estructura de la película para involucrar al espectador en una serie de flashbacks de su niñez que llevan a Salvador a reencontrarse con sus primeros deseos.
Dolor y Gloria es, sin dudas, el relato más íntimo de Almodóvar. A través de un impecable guion, en el que cada línea tiene un sentido medido, y con actuaciones sublimes de Asier Etxeandia, Penélope Cruz, Leonardo Sbaraglia, Raúl Arévalo, Julieta Serrano y Cecilia Roth, la película invita a descubrir los sentimientos más profundos del director con una propuesta cargada de nostalgia, soledad, crecimiento y, principalmente, amor propio.
Por supuesto, como en todas sus películas, el amor es una de las tramas más interesantes y antes de un reencuentro entre el protagonista (Banderas) con un viejo amante (Sbaraglia) nos regala una frase que sintetiza la madurez con la que maneja todo el relato de casi dos horas: “El amor no basta para salvar a la persona que amas”.
Tal como mencionó el mismo Almodóvar, Dolor y Gloria es una suma de sus experiencias personales, pero no en todas las situaciones hubiese reaccionado así con la sensatez que las cuenta ahora en esta obra que se ubica en lo más alto y humano de su carrera.
Dolor y Gloria se estrena este jueves 6 de junio en Latinoamérica.