¿CUÁL ES MEJOR?
Hablemos de argumentos; hablemos de lo que necesitas saber para elegir la mejor opción. Ya tenemos la experiencia para saber que éstas son las herramientas que nos permiten ver películas que no están originalmente en nuestro idioma. Ahora empezamos a hablar de sus alcances. Queremos saber en qué consiste cada una de estas versiones y por qué tal vez nos molesta ver nuestra película o serie favorita de una forma diferente.
La técnica de subtitulado consiste en colocar en el margen inferior de la pantalla un texto en español – el idioma de la audiencia – que se lee mientras se oye el mismo segmento en el idioma original. El tiempo del subtítulo no puede ser tan corto que no permita alcanzar a leer, ni tan largo que moleste en la pantalla. Tampoco debe crear un ritmo visual diferente al ritmo del diálogo que se oye. El audio original se mantiene completo, en la voz de las actrices y actores. La sincronización y el ajuste no son el único desafío. Además, se usan estrategias para representar en el texto varias voces que se oyen en simultáneo. Se necesita manejo de un lenguaje escrito que sea apropiado para comunicar las ideas que los personajes transmiten oralmente. Aún así, no debemos perder de vista que es una obra audiovisual y que tiene que transmitir emociones. En los subtítulos, la película se debe adaptar a la cultura del público, y hacerlo exige destreza en la técnica.
El arte del doblaje, por otra parte, consiste en sustituir en el audio de la película o serie las voces originales por diálogos en el idioma de la audiencia. Las nuevas pistas de audio se crean a partir de una traducción del guión original, usando las voces de los actores y actrices de voz. Si bien algunas voces son reconocibles, nosotros, el público, tendemos a asociarlas a los personajes más que a los actores y actrices a quienes pertenecen. Los desafíos de la producción del doblaje son muchos más que los del subtitulado. Por ejemplo, la sincronización se vuelve más detallista: al ajuste temporal se agrega la condición del movimiento de la boca que se ve en pantalla. Hay, además, un verdadero componente artístico: la actuación. Para ser fiel a la obra cinematográfica, el doblaje debe lograr transmitirnos emociones similares a las que experimenta el público de la película en su versión original.
En los cines de Latinoamérica sucede que a veces la única opción para el público de una película es el subtitulado. En estos casos, la falta de disponibilidad de doblaje es el resultado de las decisiones tomadas por las compañías distribuidoras o las mismas productoras. Pero en general, cada vez es más fácil contar con las dos opciones. Muchas de las películas que están en plataformas como Netflix y en el cine ofrecen las dos opciones: cómo vamos a verlas es nuestra decisión.
Poder ver : Parte 3