Muchas de las historias que vemos en películas animadas, están inspiradas en hechos reales que se alejan mucho de ser un cuento de hadas. Tal es el caso de Shrek, una de las franquicias más importantes de la compañía Dreamworks. El simpático ogro verde fue creado en base a una persona de carne y hueso, Maurice Tillet.
Nació el 23 de octubre de 1903 en los montes Urales, en el Imperio Ruso. Su padre es un ingeniero ferroviario francés que se encuentra con su esposa, maestra y también francesa, trabajando en Rusia para desarrollar este medio de transporte en la lejana Europa del Este. Siendo un niño, su padre murió y con 14 años, cuando estalló la Revolución Rusa, su madre y él regresaron a Francia, en concreto a la ciudad de Reims. Tillet es un niño perfectamente normal y de hecho, sus allegados lo llaman ‘Ángel’, por sus amables rasgos físicos y su cabello rubio. Pero en 1920, a los 20 años le empezó a cambiar el cuerpo. Se dio cuenta de que sus extremidades y su rostro comenzaba a inflamarse de manera extraña. Un médico lo trató y le diagnosticó acromegalia.
La enfermedad le obligó a dejar sus estudios como abogado y se enroló en la Marina Mercante Francesa. Esta decisión le cambió la vida. Estando de viaje con los marines en Singapur en 1937, Tillet conoció a un luchador profesional americano llamado Karl Pojello, que vio en Tillet un potencial enorme para la lucha libre.
El 4 de septiembre de 1954, Karl Pojello muere tras una larga lucha contra el cáncer de pulmón. Apenas 12 horas después, ese mismo día, Maurice Tillet muere de un ataque cardíaco. Ambos fueron enterrados juntos.