Mi dulce niña cuenta en 6 capítulos el caso de una desaparición que se reabre después de 13 años. Mirala en Netflix.
Netflix no es extraña a exponer el talento por fuera de Hollywood. En este caso, la plataforma de la N roja descubrió un thriller de apenas 6 capítulos que, a lo largo de sus casi dos años en el servicio de streaming, ha logrado conmover al mundo y generar métricas de reproducción increíbles, incluso para este gigante. Cómo dijo alguna vez Boon Joon Ho, “Una vez que superas la barrera de subtítulos de una pulgada de altura, se te presentarán muchas más películas (y series) increíbles”. Es bajo esta premisa que Netflix siguió indagando en talentos como los que le dieron vida a Dark. Mi Dulce niña es una de las producciones alemanas más relevantes y exitosas de los últimos años.
Se trata de un relato que ronda por temas como la violencia sexual, el suicidio y la violencia doméstica. Todas estas temáticas, que lentamente van ganando más espacio en la discusión pública mainstream y en la pantalla chica y grande, hacen que-según la crítica especializada- esta sea la oferta más fuerte de todas.

La sinopsis
“Lena vive en completo aislamiento junto con sus dos hijos, Hannah y Jonathan, en un hogar de alta seguridad. Comen, van al baño y se acuestan en horarios prescritos con precisión. Tan pronto como entran en la habitación, se ponen en fila para mostrar sus manos. Obedecen a todo lo que dice. Hasta que la mujer logra escapar. Después de un accidente automovilístico casi fatal, es hospitalizada. Pero el verdadero alcance de esta pesadilla se revela con la llegada de los padres de Lena al hospital esa misma noche. Han estado buscando desesperadamente a su hija desaparecida durante casi 13 años.”
Naila Schuberth está en el papel de Hannah, Kim Riedle es Jasmin Grass, Christian Beermann es Lars Rogner, Haley Louise Jones está en la piel de Aida Kurt, Jeanne Goursaud es Lena Beck, Julika Jenkins es Karin Beck y Sammy Schrein es Jonathan.