“Los Increíbles” es un clásico de Pixar. Sin embargo, la película tuvo otro origen y está estrictamente relacionado con Warner Bros.
El 2004 fue otro de los grandes años para el cine de animación. Entre los tantos clásicos que vieron la luz ese año fue “Los Increíbles”. La historia de la familia Parr es uno de los hitos de Pixar que, a pesar de solo tener una secuela 14 años más tarde, perduró en la memoria de toda una generación. Sin embargo, la película no fue una producción que nació pensada para los estudios de Pixar.
A fines de los 90, Brado Bird -el creador de “Los Increíbles”- trabajaba en Warner Bros. Animation y dirigió “El gigante de hierro”. La película estrenada en 1999 expuso un estilo visual que rompía con lo tradicional y daba un fuerte mensaje antibélico, algo nuevo para las historias de animación.
A pesar de las buenas críticas, la película fue un fracaso a nivel comercial. Esto indujo a que el estudio reduzca su apuesta por películas con una propuesta de animación más arriesgada y costosa. Es por eso que Bird llevó la historia de la familia Parr a Pixar, en dónde lo recibieron con todo el apoyo económico para poder llevar a la realidad su visión.

La revolución que propuso “Los Increíbles”
Los 90 trajeron una nueva ola de clásicos de la animación, empujados por el desarrollo de nuevos sistemas de animación. La fundación de Pixar Studios, surgida de una de las divisiones de LucasFilms, fue uno de los motores de esta nueva ola junto a su fundador, George Lucas.
“Los Increíbles” fue una hazaña técnica en su momento para el estudio que hoy pertenece a Disney. La animación de humanos era un desafío y demandaba mucha inversión. Detalles como el pelo suelto de Violeta era una novedad para el desarrollo actual. Esa inversión, a diferencia de lo que le pasó a “El gigante de hierro”, trajo un éxito comercial a nivel mundial y un Oscar a mejor película animada.
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