A través de la acción, el suspense y la reflexión social, las películas apocalípticas nos invitan a cuestionar la esencia de la humanidad.
Las películas apocalípticas nos transportan a mundos devastados por eventos catastróficos, ya sean guerras nucleares, pandemias globales o desastres naturales. En estos escenarios desolados, la humanidad lucha por sobrevivir, adaptándose a las nuevas condiciones y enfrentando desafíos inimaginables.
Dentro del género postapocalíptico, desde Cinéfilos te recomendamos 5 joyas que no te podés perder:
12 monos (1995)
Terry Gilliam nos traslada a un futuro apocalíptico donde la humanidad fue prácticamente exterminada por un virus mortal. Los supervivientes viven en comunidades subterráneas, donde luchan por sobrevivir y encontrar una cura para la enfermedad. Cole es un convicto que tiene la oportunidad de redimirse al ser enviado al pasado para recopilar información sobre el origen del virus y encontrar una forma de detenerlo.
La película está basada en la película francesa La Jetée de 1962. 12 Monos tiene un final impactante y ambiguo que te dejará pensando mucho después de verla. Gilliam no ofrece respuestas fáciles a las preguntas que plantea la película, y deja al espectador que interprete el significado del final por sí mismo.




Niños del hombre (2006)
Dirigida por Alfonso Cuarón, Niños del hombre es una película de ciencia ficción distópica que se desarrolla en un futuro donde la humanidad se enfrenta a la infertilidad global. La historia sigue a Theo Faron (Clive Owen), un ex activista que trabaja para el gobierno británico, quien recibe la misión de proteger a Kee (Claire-Hope Ashitey), la primera mujer embarazada en 18 años, y llevarla a un santuario seguro.
La película presenta un mundo desolado y caótico, donde la esperanza se desvaneció y la violencia impera. La infertilidad llevó a la desintegración social, con gobiernos totalitarios que controlan lo que queda de la humanidad. Cuarón crea una atmósfera claustrofóbica y opresiva, utilizando increíbles planos secuencia que sumergen al espectador en este mundo decadente.




Snowpiercer (2013)
El director de Parasite nos traslada a un futuro donde la Tierra se convirtió en un páramo helado debido a un experimento fallido para combatir el calentamiento global. Los supervivientes de la humanidad viven en un tren autosuficiente llamado Snowpiercer, que circula sin cesar por una vía férrea alrededor del planeta. El tren está dividido en secciones, con los más ricos y poderosos viviendo en los vagones delanteros y los más pobres y desfavorecidos en los traseros.
Curtis Everett (Chris Evans), un hombre del vagón de cola, lidera una rebelión contra el régimen opresivo que dirige Wilford (Tilda Swinton), la misteriosa figura que controla el tren. Junto a otros rebeldes, como Tanya y Mason, Curtis lucha por abrirse paso hacia los vagones delanteros y tomar el control del Snowpiercer. La dirección de Bong Joon-ho es brillante, creando una sensación de adrenalina constante y llena de tensión.




Un lugar tranquilo (2018)
Dirigida por John Krasinski y protagonizada por él mismo junto a Emily Blunt, esta película de terror y ciencia ficción se convirtió en un fenómeno mundial. La historia nos presenta a la familia Abbott, quienes viven en una granja en un mundo postapocalíptico donde unas criaturas con un oído ultrasensible cazan a cualquier ser que haga ruido.
El elemento central de la película es el silencio. La familia Abbott se vio obligada a desarrollar un lenguaje de señas y a vivir en constante sigilo para evitar ser detectados por las criaturas. Krasinski crea una atmósfera sofocante a través del uso del sonido y la ausencia del mismo. El silencio se convierte en un personaje más de la película, y cada crujido o susurro te mantiene en vilo.




WALL-E (2008)
WALL-E es un robot solitario que se encarga de limpiar la basura en una Tierra devastada por la contaminación y el abandono. Un día, WALL-E conoce a EVE, un robot explorador enviado por una corporación espacial para investigar si la Tierra es habitable de nuevo. Juntos, emprenden una aventura que los llevará a descubrir el verdadero significado de la vida y el amor.
A pesar de mostrar un futuro distópico, WALL-E es una película llena de esperanza. Nos enseña que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz al final del túnel. Esta obra maestra de Pixar nos invita a reflexionar sobre nuestro impacto en el planeta y a tomar medidas para protegerlo.



