Felipe Gálvez nos cuenta sobre ‘Los Colonos’, la película ganadora del FIPRESCI en el Festival de Cannes
La sinopsis de Los Colonos cuenta sobre Chile en 1901 y está centrada en la historia de tres jinetes que fueron contratados por un rico terrateniente para marcar el perímetro de su propiedad. La expedición, compuesta por un chileno mestizo, un teniente inglés y un mercenario estadounidense, pronto se convierte en una incursión civilizadora.
Pudimos hablar con su realizador y esto fue lo que nos contó
Cinéfilos: Imagino que ya es un privilegio estar seleccionado dentro del certamen de Cannes. Cuéntame un poco cómo fueron esas expectativas, cómo fue ese momento y todo lo que se vino después.
F: Pues a mí esta película me demoré nueve años en hacerla. Entonces casi diez tengo. Voy a cumplir 40, 1/4 milla. No sé decirte que no tenía expectativas de que algo pasara. Es totalmente es una mentira, porque hacer cine en Chile es muy difícil. Un sistema muy como salvaje, en el cual nosotros hacemos cine muy competitivo, muy pocas películas al año y cuando filmamos es como que tenemos que demostrar mucho porque está el miedo de nunca, de nunca más volver a filmar, si es que quizás no resulta. No es diferente a otros países donde las ayudas son más constantes, hay más películas, entonces se filma con menos miedo al error. Entonces creo que en estos nueve años que fui preparando para hacer esta película, Tuvimos la suerte de ser seleccionados. Y contento, porque al final de cuentas es mi manera de verlo. Es una posibilidad de seguir haciendo cine, que en definitiva lo único que me interesa. O sea, no como al final de cuentas, siendo concreto y sincero, es la oportunidad que que te da de poder hacer más películas. Entonces yo había tenido la posibilidad de ir con mi cortometraje Rapaz a Cannes a la semana de la Crítica. Había tenido la oportunidad de estar en el atelier, que es una sección del de la de la sección oficial con el proyecto. Por lo tanto, también es un proyecto que había estado en Cannes dos veces de alguna manera.
Y fue lindo que ahí sea su estreno, porque es un lugar donde el cine se valora mucho. Es una fiesta del cine. Qué mejor que estrenar los colonos en una fiesta del cine.
C: Y te tocó también algo súper particular que es este vínculo en términos de temática, con una película que sale también. Que incluso algunos críticos de grandes medios internacionales hicieron comentarios con la referencia también a cómo Los Colonos puede ser un poco vinculados a “Killers of the Flower Moon” de Martin Scorsese. ¿Cómo te sientes con ese tipo de de críticas, con ese tipo de buenas críticas?
Contento, siempre pasa que hay años, que hay películas que son similares, son temáticas, Y que increíble que justo Scorsese haya decidido hacer una película sobre esta temática. Que haya querido hacer un Western, un director que además nunca había hecho uno. Y me parece como como, como atingente con respecto, como que es normal que empecemos a tener otra mirada sobre este género como más conciencia sobre, sobre, sobre la responsabilidad que tuvo el cine, como en estos genocidios, no como como que el Western es un género de propaganda.
El Western promovió el genocidio de alguna manera, o los defendió o los justificó en Latinoamérica. Y me parece que querer hacer otro tipo de películas como atravesando un género que es del cine, me parece normal. O sea, me parece como como un director, como Scorsese, que es tan cinéfilo que era lo que era explorar. Es un director que también trabaja mucho, como la masculinidad, puede haber conexiones porque hay una búsqueda de alguna manera quizás similar en eso, en la manera de retratar la violencia.
Es un director al cual, en Chile, creo que cuando era como el cine arte de los videoclubs se entiende como es como parte de mi imaginario o de mi formación, Entonces eh estoy muy interesado en verla y muy contento además de esa comparación.
C: Fue bonito escucharlo. Nosotros estábamos allá cubriéndolo. Entonces también pudimos ver eso. Pura emoción. Bueno, este año ha sido muy exitoso para el cine chileno. Está la Memoria Infinita de Maite Alberdi, El Castigo, de Matías Bize, Pablo Larraín hace poco este premio por el Conde en Venecia. Dentro de este contexto de mucho éxito de este año, tu película es seleccionada para representar al país en la carrera de los Oscar ¿Cómo te sientes con eso también? ¿Y eso cómo te sientes con ese honor?
F: Es un honor porque elegido por tus compañeros, entonces es elegido por tus pares, por otros directores, guionistas, fotógrafos, directores de arte, vestuaristas. Votaron cerca de 300 personas y decidieron que esta ópera prima sea la que representa a Chile. Y nada, un honor. Creo que tiene que ver con una épica que también la película tiene su épica en la pantalla y fuera de la pantalla. Entonces creo que eso también es algo que la gente decidió apoyar y acompañar y creo que es una historia importante para Chile. Una historia que nos mueve.
C: Hay 11 pueblos indígenas reconocidos en el país y varios más en proceso de reconocimiento. ¿Cuál fue tu conexión con esta historia en particular? Y si nos puedes contar un poco ¿qué te llevas de la cosmovisión selknam? Después de haber recorrido tanto tiempo esta película.
F: A mí me lleva como la idea del desprecio de Chile por su historia. No llego a este proyecto como un experto en el mundo indígena. Yo llego más bien por el desprecio que yo siento que Chile siente por su historia y por la incapacidad que la historia oficial de la dictadura y la capacidad que tiene el país para para ocupar eufemismo y cambiar las palabras. Pronunciamiento militar, La Pacificación de la Araucanía, Entonces a mí lo que me interesa es meterme en esta página borrada de la historia de Chile y hacer una película desde el punto de vista de los hombres blancos y mestizos. Yo nunca intenté estar en el punto de vista indígena, por lo tanto, nunca sobre Investigué la cosmovisión. No soy un experto. Yo me concentré en investigar los fundamentos del hombre blanco para matar a los indígenas. Yo investigué lo que nosotros, me sumo, lo que nosotros, los hombres blancos, los mestizos, hicimos y no traté de hablar por el por los pueblos indígenas. Tuve una relación de respeto con la comunidad Selknam, de comunicarles lo que iba a ser, de informarle constantemente de que se iba a tratar la película y de que no se sintieran pasado a llevar en ningún momento, y explicarles que en ningún momento me interesaba hablar por ellos, ni hacer apropiación de ningún tipo de discurso y que la película iba a tratar sobre el punto de vista blanco y mestizo. Por lo tanto, lo que me lleva es cómo la historia, o sea, cómo es la idea de qué pasa cuando tú borras una página de la historia. Entonces eso es lo que me movió a mí, me movió la dictadura, me mueven los discursos negacionistas y me pareció que para reflexionar de eso me interesaba ir más atrás, a otro lugar de la historia de Chile donde se pudiera, generar un debate y una conversación a partir de ese desprecio a hablar de nuestro pasado.
C: También una parte de la historia que tampoco es tan recorrida dentro de la historia de Chile. Una de las cosas que encontré súper interesante es cómo el tema de la opresión se va tratando desde diferentes perspectivas.
F: Si ves, yo no hago cine de personaje. No es una película donde tú vas siguiendo un personaje que te puedes identificar con él y vas haciendo todo el viaje con él. Es una película de muchos puntos de vista. El título proviene de ahí y también de muchas distintas capas de violencia. Están los que ejecutaron los crímenes, están los que los financiaron, están quienes los justifican ideológicamente o quienes los intelectualizan. Entonces, como que a mí me interesaba que estuvieran todos presentes. Y de ahí también la necesidad de saltar los siete años, de pasar de una historia al aire libre, a una historia en un living, del del exterior al interior, de una película que es muy física y después se transforma en una película casi hablada.
No hay nada físico, solamente hay diálogo, A mí eso me interesaba desde un comienzo como una de las motivaciones y que cada uno de esos personajes que además tenga un momento importante. Todos los personajes son muy importantes, y al mismo tiempo, ninguno es un real, casi protagonista, ninguno es realmente un héroe, una película que carece de héroe.
C: Quizás la misma tierra. Increíble la fotografía. Yo sigo viendo esos diferentes tonos de rojo, por ejemplo, maravilloso. Bueno, y para ir cerrando, me llama mucho la atención que el reparto es totalmente multicultural y eso lo encuentro sumamente interesante. Eh, ¿Cómo fue tu encuentro con cada uno de los personajes? Bueno, está Alfredo Castro, Marcelo Alonso, Luis Machín, o sea, eh, ¿cómo fue? ¿Pensaste en ellos antes de hacer los papeles, mientras hacía los papeles?
F: Hicimos un casting muy grande para todos los personajes de la película. Creo que en el que sí pensé siempre fue en Alfredo. Siempre quise trabajar con Alfredo Castro. Era como no sabía que, que, que cuando hace diez años ya quería trabajar con él, eh terminó siendo después de estos diez años José Menéndez. Me parecía que además era un personaje muy atractivo porque es un personaje que aparece y desaparece. Me parece que Alfredo tiene ese magnetismo de alguien que uno lo ve y lo quiere volver a ver. A mí me pasa que también, pienso en los personajes desde esa perspectiva, no como de que quiero verlos. No quiero ver a Alfredo. Quiero volver a verlo y cuando desaparecían todos tenían que llegar a un actor que tuviera fortaleza. Entender que la película ahora iba a depender de él y ese Marcelo Alonso, claro. Y que quien podía como resistir, como que todo, que desaparecieran los caballos, el paisaje, el cielo, el rojo, todo lo que tú me dices y ahí también está Marcelo, está Luis Machín. Era buscar un elenco con mucho talento, Adriana es su primera película, Camilo Arancibia, creo que es su segunda película, pero es su primer rol protagónico. Y es un debut también deslumbrante.
Perdón que mezcle del fotógrafo, el fotógrafo. Este es su segundo largometraje. Entonces hay como una mezcla entre un equipo muy experimentado en algunas cosas y después muchos debutantes, esa energía es mi debut. Pero es la primera o segunda película de mucha gente que participó en esta película. Y esa y esa gente puso como la misma energía que yo y eso creo que empujó a que la película creciera. E hicimos un casting en Inglaterra para el personaje de y del Martín Villa, es chileno, es Benjamín Westfall, es un actor de una compañía de teatro que se llama La Resentida. Es un actor cercano a mí porque había hecho mi cortometraje. Él también lo había protagonizado. Entonces una de las personas que atravesó este proceso conmigo hace más años y era muy importante para mí que hubiera un actor que dentro de ese equipo que me entendiera, no que me que me que me conociera, un cómplice, un infiltrado. Me gusta el infiltrado. Y si es un reparto muy interesante en el sentido de que también está Mariano Llinás, está Agustín Ritano, entonces está también ahí Mariano, que es como una idea de esa conciencia de que esta película para mí es sobre el cine y también está como que él se mete entre medio, aparece entre medio de la película, de cómo se infiltra.
C: Para cerrar, ¿nos puedes dejar alguna invitación a ver la película?
F: Yo creo que es una experiencia cinemática que es una experiencia para la pantalla grande, que una película que vale la pena verla en el cine y que, si uno es cinéfilo, es una película que se puede disfrutar viendo, descubrirla y emocionarte. Una película que te hace pensar, reír, llorar. Creo que pasas por muchas emociones, puedes pasar por muchas emociones y si no te gusta. Yo como siempre digo, prefiero que la odien. Entonces yo creo que la gracia de la película es que algo te va a generar.