En el regreso de Hayao Miyazaki, “El Chico y la Garza” de Studio Ghibli hizo historia al ganar el Golden Globe a la Mejor Película Animada.
“El Chico y la Garza” (2023), la última obra maestra del renombrado cineasta japonés Hayao Miyazaki para Studio Ghibli, se alza como un hito en la animación y la cinematografía global. Esta película, que inauguró la 71ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, trasciende las expectativas y se consagra como una experiencia emotiva e impactante.
En un giro histórico, la película se llevó el premio a la Mejor Película Animada en los Golden Globes 2024, marcando la primera victoria de Studio Ghibli en esta categoría y el primer triunfo para el anime en la historia de estos prestigiosos premios. “El Chico y la Garza” es una joya cinematográfica que trasciende las barreras culturales y lingüísticas, ofreciendo una experiencia conmovedora y visualmente deslumbrante que perdurará en la memoria del espectador.
¿De qué va?
La trama sigue a Mahito, un joven que, tras perder a su madre en un incendio provocado por la guerra, emprende un viaje hacia un mundo mágico. Miyazaki utiliza magistralmente la fantasía para explorar las cicatrices de la Segunda Guerra Mundial y la reconstrucción de Japón. La visión del trauma, la pérdida y la conexión con la naturaleza se entrelaza con elementos oníricos, creando un relato que resuena en lo más profundo del espectador.
La animación de “El Chico y la Garza” es un despliegue surrealista y caleidoscópico. Los trazos cuidadosamente elaborados, la rica paleta de colores y los personajes entrañables dan vida a este mundo de ensueño. La representación simbólica del agua y el fuego, recurrentes en la filmografía de Miyazaki, añade capas de significado y reflexión sobre la relación entre la humanidad y la naturaleza.
A medida que Mahito se sumerge en este viaje, guiado por una garza mágica, la película aborda temas existenciales y espirituales. La figura del abuelo aprisionado en una torre, manteniendo el equilibrio del mundo fantástico, simboliza la lucha entre la destrucción humana y la preservación de la naturaleza.
La música envolvente de Joe Hisaishi complementa a la perfección la narrativa, intensificando las emociones y guiando al espectador a través de esta odisea. La elección de instrumentos tradicionales japoneses aporta autenticidad a la experiencia cinematográfica.Este filme no solo es un regreso triunfal de Miyazaki después de una década de retiro, sino también un testimonio de su evolución artística. “El Chico y la Garza” encapsula la esencia de Studio Ghibli y consolida su posición como un referente en la cinematografía animada.