En HBO se estrenó “Love & Death” con Elizabeth Olsen, que trata la historia de Candace “Candy” Lynn Montgomery, la asesina del hacha.
HBO presentó en el día de hoy Love & Death, una nueva adaptación de Candace “Candy” Lynn Montgomery, la asesina del hacha. En esta oportunidad, Elizabeth Olsen es quien da vida a Montgomery. “Narra la verdadera historia de dos parejas: los Montgomery (Candy y Pat) y los Gore (Betty y Allan). Estos son aparentemente unos buenos amigos que asisten a la iglesia y disfrutan de su vida en un pequeño pueblo de Texas. Pero una aventura extramatrimonial lleva a alguien a empuñar un hacha”, indica la sinopsis.
A Olsen la acompañan: Jesse Plemons como Allan Gore, Patrick Fugit como Pat Montgomery y Lily Rabe como Betty Gore. Fabiola Andújar, Amelie Dallimore, Harper Heath, Olivia Grace Applegate, Aaron Jay Rome, Richard C. Jones, Drew Waters, Krysten Ritter, Mackenzie Astin, Keir Gilchrist, Elizabeth Marvel, Bruce McGill, Tom Pelphrey, Brian d’Arcy James, Brad Leland y Adam Cropper; completan el elenco.
La producción está dirigida por Lesli Linka Glatter y escrita por David E. Kelley basada en el capítulo “Love & Death In Silicon Prairie, Part I & II” del libro Evidence of Love: A True Story of Passion and Death in the Suburbs, escrito por Jim Atkinson y John Bloom.
¿Qué sucedió en realidad?
Candy Montgomery es una ama de casa estadounidense acusada de asesinar a Betty Gore, la esposa de su amante, de 41 hachazos. El hecho tuvo lugar en Wylie, Texas, el viernes 13 de junio de 1980.
Wheeler, como era su apellido de soltera, tenía treinta años en el momento del incidente y estaba casada con Pat Montgomery, un ingeniero eléctrico. Se mudaron al condado de Collin, Texas, en 1977, donde acudían regularmente a la Iglesia Metodista de Lucas. Allí, Candy, se hizo amiga cercana de Gore, quien vivía cerca con sus dos hijos y su esposo, Allan, con quien Montgomery tuvo una relación extramatrimonial.
El día del asesinato de Gore, su esposo estaba fuera de la ciudad. Al no poder contactarla por teléfono, le pidió a sus vecinos que acudieran a su casa a investigar. Tras forzar la puerta de la residencia, se descubrió el cadáver de Gore. Su hija Bethany se encontraba junto a él, llorando desconsoladamente. El crimen fue investigado por Steve Deffibaugh junto al Departamento del Sheriff del condado de Collin.
Montgomery aseguró haber actuado por legítima defensa tras ser atacada por Gore luego de una confrontación por el romance con su esposo Allan. Declaró que se vio obligada a utilizar el hacha porque Gore intentó golpearla con la misma arma momentos antes. Se sometió a un detector de mentiras antes del juicio, el cual indicó que estaba diciendo la verdad. El abogado del distrito Tom O’Connell argumentó que ella pudo abandonar la escena en vez de atacar a Gore. O’Connell también alegó que golpear a la víctima cuarenta y una veces era desproporcionado. Finalmente, Montgomery fue declarada no culpable el 30 de octubre de 1980 por un jurado compuesto por nueve mujeres y tres hombres.