Está película alemana, dirigida por Matti Geschenneck, revive la famosa Conferencia de Wannsee, a 80 años del mitin que determino una escalada en la política de exterminio judío perpetrada por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Películas sobre la Segunda Guerra Mundial, hay varias. Lo mismo sucede al hablar del Holocausto o del régimen conducido por Adolf Hitler. La Conferencia, dirigida por Matti Geschenneck, revive la famosa Conferencia de Wannsee, a 80 años del mitin que determino una escalada en la política de exterminio judío perpetrada por el régimen nazi. En la siguiente nota repasaremos los tópicos más importantes de la misma.
La burocracia detrás del Holocausto
La trama se desarrolla prácticamente dentro del mismo espacio: la sala de reuniones de la gran casona de Wannsee, en los alrededores de Berlín. Allí, un frío 20 de enero de 1942, se reunieron varios altos mandos del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán para discutir los términos de lo que denominaron “La solución final a la cuestión judía”, un plan de exterminio masivo extendido hacia toda Europa, que resultó en el asesinato de más de once millones de judíos.
Basada en un registro histórico
Finalizada la guerra, solamente se encontró una copia del acta de la conferencia, y en ese registro histórico/documental se basa este relato cinematográfico.
Uno de los aspectos más destacables del filme reside en su simpleza argumental: la base de la historia está en los términos de la reunión, a sabiendas de las terribles consecuencias que provocaría.
Una historia macabra de frivolidad
En ese sentido, Geschenneck logra transmitir una sensación de estupor sin apelar a imágenes truculentas o recaer en saturados componentes emotivos. La película gira en torno a una reunión con aires de gala y actos protocolares, entre distintos miembros de la burocracia germana, con el objetivo de decidir –entre cafés y bocadillos–, cuales mecanismos resultarían más efectivos en su afán de exterminar por completo al pueblo judío.
Un relato efectivo
Las actuaciones y los diálogos dan un plus al relato, manteniendo la tensión durante el desarrollo. Más allá de su austeridad, la trama funciona de manera efectiva. Inclusive la lentitud del guion es análoga a la construcción de un relato frívolo, indiferente y distante, que se alinea a la actitud de los presentes. La cruel maquinaria de perversión nazi está sintetizada en esa solemnidad naturalizada, tan intolerable y bien manejada por el director.
La película se estrenará la próxima semana en salas de cine.