El nuevo film de Guillermo del Toro, Nightmare Alley, llega a la pantalla grande de la mano de Bradley Cooper.
Nightmare Alley -o El Callejón de las Almas Perdidas– es la nueva película dirigida por Guillermo del Toro (La sombra del agua, Cronos, Crimson Peak, El laberinto del fauno). Es una película de suspenso psicológico, basada en la novela de 1946 de William Lindsay Greshman y es la segunda adaptación cinematográfica de la historia, después de la versión del director Edmund Goulding en 1947.
En esta versión, el elenco está compuesto por Bradley Cooper, Cate Blanchett, Rooney Mara, Toni Collette, Richard Jenkins y Willem Dafoe, entre otros. La película se estrenó a finales del 2021, recibiendo buena crítica por parte de reconocidos directores (como Scorsese). Y, finalmente, llega a las salas de Argentina el jueves 27 de enero.
¿De qué va?
Stanton Carlisle (Cooper) es un joven que trabaja como ayudante en una feria ambulante de talentos. Junto a Zeena (Collette), trabajan en un acto de adivinación y trucos con el público. Stanton va aprendiendo el arte del engaño y decide comenzar con su propio negocio, basándose en un truco muy particular que aprendió de Pete, el marido de Zeena. Con Molly (Mara), una joven que hace un espectáculo de electricidad en la feria, abandonan el lugar y se dirigen a una nueva vida.
Stanton comienza a exhibir su número en diferentes lugares de clase alta, ganando reconocimiento y status. Su ambición lo lleva a traspasar ciertos límites éticos y morales con el objetivo de engañar a millonarios que están dispuestos a llegar “más alla” de lo terrenal. En el camino, Stan se encuentra con Lilith Ritter (Blanchett), una mujer misteriosa que cuestiona la veracidad de sus shows.
La película
Nightmare Alley cuenta dos historias, basadas en el recorrido del antihéroe (Stanton): su comienzo y apogeo y su declive. Del Toro decide contar la historia desde la mirada del antihéroe para demostrar esa oscuridad que lo rodea con las cuestionables decisiones que toma, reforzando el género de la película. Es una película de cine noir: sus personajes están embrujados, atrapados, incluso condenados y la historia se cuenta a través de diferentes piezas que se arman y desarman entre sí.
La película honra el cine negro pero es una creación diferente de Guillermo del Toro, con su propio sello para contar la ambición y la manipulación desde una mirada más oscura. El director indaga sobre lo que es considerado un “monstruo” y lo que no, algo que, además, engloba parte de la historia de la película de manera literal.
Acerca del rodaje
Para marzo de 2020, Guillermo del Toro estaba abocado a la adaptación de la película. Mientras, se iba preparando el terreno en el que se desarrollarían las acciones, en un ambiente de 1940. Pero, el COVID-19 paralizó todos los planes.
El productor de la película, J. Miles Dale, recuerda que estaban rodando en exteriores en Búfalo cuando la noticia de la pandemia comenzó a colarse en las conversaciones en el set. Pero la idea concreta de interrumpir realmente el rodaje no se barajó en ningún momento, hasta el día mismo en que se llevó a cabo. “La noche anterior, la NBA y la NHL habían suspendido sus partidos”, recuerda Dale. “Guillermo, Bradley -Cooper, que también es productor de la película- y yo estuvimos todo el día conversando. Cuando frenamos para almorzar, llamamos al estudio y les dijimos: «Sinceramente, creemos que no podemos continuar»”. “Es difícil, también, recordar lo temporario que parecía todo. Pensábamos que podía durar una semana, quizás dos, hasta un mes. Pero pasaron exactamente seis meses desde el día en que decidimos frenar”.
Para ese momento, la mitad de la película ya estaba filmada. Todas las escenas pertenecientes a una de las partes de la película (las escenas de la ciudad) ya estaban terminadas. Sin embargo, la incertidumbre de la continuidad de la película ponía en jaque lo que ya estaba realizado. “De solo saber lo que habíamos rodado en la primera parte del rodaje –señala Dale– me dio temor perder eso tan increíble que teníamos entre manos. Debíamos frenar, pero también teníamos que hacer todo lo posible para darle continuidad”.
La película fue una de las primeras del mundo en detener su rodaje, pero también se convirtió en una de las primeras en retomar seis meses más tarde, siendo pionera en el uso de muchas de las medidas de seguridad en el set utilizadas a partir de entonces por las producciones cinematográficas para mantener el virus a raya.
Para del Toro, parte de la energía creadora para seguir adelante se debía a los años que llevaba incubando el proyecto. Había escuchado la historia de El callejón de las almas perdidas por primera vez de manos de su histórico colaborador Ron Perlman, con quien había trabajado en su primera película, Cronos, casi 30 años atrás. En ese momento resultaría imposible para el joven del Toro llevarla a la pantalla grande, pero el tiempo y la experiencia acabarían siendo favorables al director. Tras obtener el Oscar a mejor película y mejor director por La forma del agua en 2018, del Toro se encontró en el mismo estudio que poseía los derechos de El callejón de las almas perdidas, y que estaba deseoso de volver a colaborar con él en su siguiente proyecto.
¿La van a ver, Cinéfilos?