Al principio, la película de Crepúsculo no se iba a parecer en nada a la que llegó a los cines y se convirtió en un éxito.
En 2008 se estrenó en los cines Crepúsculo, una película basada en las novelas escritas por Stephanie Meyer. Su historia se centraba en Bella Swan (Kristen Stewart), una adolescente que se enamoraba de Edward Cullen (Robert Pattinson), un compañero de escuela que resultaba ser un vampiro. Sin embargo, esta historia de amor no iba a ser así al principio. Al parecer, iba a ser una película de acción.
Antes de que Summit tuviera los derechos de Crepúsculo, estos estuvieron en manos de de MTV y Paramount Pictures. El guion iba a ser realizado por Mark Lord, quien confirmó recientemente que iba a ser una película de acción. “Pensaron que perderían al público masculino si tenía demasiado romance”, explicó.
Los grandes cambios
En esta versión de Crepúsculo que nunca salió a la luz, Bella Swan iba a ser muy deportista y amante de correr en el bosque. Esto se debe a que Mark Lord “quería un personaje femenino fuerte en vez de simplemente suspirar por un hombre”. Así, el personaje de Kristen Stewart iba a ser una especie de cazavampiros: “Quería que la chica disparara vampiros, quería que hiciera explotar algunas cosas”.
“Recuerdo que había una persecución en barco, un cobertizo quemado, y recuerdo que el padre de Bella moría, y que Bella se convertía en vampiro. Todo eso en la primera”, explicó Gillian Bohrer, ejecutiva de Summit que recibió el guion cuando consiguieron los derechos.
Catherine Hardwicke, quien iba a ser la directora, recordó otro momento: “Bella iba en una lancha siendo perseguida por el FBI“. Melissa Rosenberg, autora del guion definitivo de la primera película de Crepúsculo, reflexionó sobre ese primer guion: “Es interesante que el primer guionista fuera un hombre y acabara derivando en lanchas motoras y escopetas para lidiar con el reto de que Bella fuera proactiva. Y luego cuando introduces mujeres, vamos en la dirección del personaje“.