En 1996, el gran Danny DeVito llevó a la gran pantalla a Matilda, la adaptación cinematográfica de la obra homónima del escritor noruego Roald Dahl y fue todo un éxito.
Pero detrás de esta hermosa película hay una historia que pocos saben. DeVito no solo dirigió y protagonizó la película de Matilda, sino que cuidó de la actriz y la adoptó durante el rodaje. La madre de Mara fue detectada con cáncer de mama y, al no poder cuidarla, Danny y su esposa decidieron ayudarla durante su difícil situación familiar.
Hicieron un cine en casa, comían y jugaban con ella, la hicieron parte de su familia.
“Tenía ocho años. Fue un golpe duro…y fueron muy amables. Mientras mi madre yacía enferma en el hospital, ellos me invitaban a comer y me cuidaban”, comentó Wilson.
El 26 de abril de 1996, la madre de la protagonista perdió la batalla contra el cáncer de mama, solo un par de meses antes del estreno. A Mara le afectó mucho que su madre no pudiera ver la película que estaba grabando, pues se trataba de una adaptación de un libro que ellas amaban, sin embargo, ella no contaba con el gran corazón de Danny.
De Vito le contó que fue personalmente al hospital días antes que falleciera su madre a mostrarle el primer corte sin editar, de hecho fue la primera en ver la película. Al final del día, Danny fue el peor padre en la pantalla, pero el mejor en la vida real.
Aunque los créditos finales de una película no captan la atención del público, Matilda es un caso especial. Al final dice: “Una película de Danny DeVito para Suzie Wilson”
Actualmente Mara es escritora y dramaturga. En el 2016 presentó su libro ¿Dónde estoy ahora?Historias verdaderas de la fama accidental en la infancia, en el que relata los miedos y las inseguridades que tenía cuando era niña y los malos momentos que tuvo que pasar siendo una actriz infantil.