Así como hace unas semanas se conmemoró los 12 años de la segunda cinta del hombre murciélago dirigida por Nolan, hoy se recuerda el estreno, en Latinoamérica, de la última película que da cierre a este reinicio del Caballero de la noche.
Luego de los acontecimientos que tuvieron lugar en The Dark Kinght (2008), Bruce Wayne (Batman), lleva ocho años sin dejarse ver en ciudad Gótica. Durante ese periodo, en la urbe ha disminuido considerablemente el nivel de crimen gracias a la denominada Ley Dent, cuyo origen tiene relación con el difundo fiscal Harvey Dent.
Esta película nos muestra un Bruce Wayne vulnerable, en cuya conciencia aún pesa la muerte de su antiguo amor Rachel Dawes, y de Harvey Dent. El hombre más rico de Gótica vive ahora como un ermitaño, sin tener contacto alguno con el exterior.
No obstante, un nuevo enemigo amenaza con traer caos a Gótica, tal como hizo Ra’s al Ghul junto a la Liga de las sombras en Batman Begins (2005). Esta vez es Bane (Tom Hardy), el encargado de destruir la ciudad natal de Bruce utilizando una bomba nuclear. Esto obliga al multimillonario a volver a usar el traje de murciélago. No obstante, su estado físico no es igual, lo que le cuesta la primera batalla contra Bane.
Luego de ello, Bruce en llevado a una alejada prisión que es un gran foso del cual deberá escapar, ascendiendo por las paredes y recobrando un sentimiento que había olvidado: el miedo. Este concepto es, en definitiva, el eje central de la tercera y última entrega de la trilogía de The Dark Knight, puesto que el denominado hombre murciélago ya lo había perdido todo: la mujer que amaba, la amistad de su mayordomo Alfred, el dinero, el miedo a la muerte.
Este filme, si bien posee algunos agujeros de guion, el mensaje que quiere transmitir es impecable. Para ello, utiliza referencias a la primera cinta: Batman Begins. Así mismo, cuenta con gran parte del elenco conocido en las películas de 2012 y 2005, incorporando a Anne Hathaway, Tom Hardy y Joseph Gordon-Levitt, en los papeles de Gatubela, Bane y Robin (aunque esto lo sabemos al final).
El final, fue algo cuestionado por algunos fanáticos, puesto que es subjetivo -como varios otros finales en la filmografía de Nolan-. Más allá de ello, el trasfondo y el modo de transmitirlo está bien logrado. Así, el espectador puede tener una reflexión luego de ver cómo, tras recuperar sus miedos, el Caballero de la noche asciende hacia la luz.