La multipremiada película surcoreana de Bong Joon-ho dió el batacazo final y se quedó con el premio más importante de toda la noche
Nunca antes en la historia de los Oscar un largometraje tuvo la grandeza y hazaña de ganar como Mejor Película Internacional y Mejor Película. El atrevimiento de Bong Joon-ho como guionista y director de este maravilloso filme fue multipremiado en la 92 entrega de los Oscar, pero lo más novedoso resultó ser el giro final de la ceremonia donde se quedó con el premio más importante de la noche.
Parasite narra las vicisitudes por las que atraviesa una familia de clase baja y los riesgos a los que se expone para obtener una existencia medianamente digna. Estos seres que “parasitan” la vida y casa de los ricos que los contratan a través de diferentes engaños, son puestos en jaque con la presencia sorpresiva de un factor que no estaba dentro de sus meticulosos planes.
Parasite fue condecorada con la Palma de Oro en Cannes y partiendo de esa prestigiosa base fue cosechando premios y críticas excelentes alrededor del mundo, aquello que desembocó en un orgánico-y en parte ansiado-resultado histórico: el premio como Mejor Película en la popular entrega de los Oscar.
Sin lugar a dudas, no sólo pisará fuerte al interior de la historia del cine y de sus respectivas premiaciones, sino que también es probable que se erija como clásico sublime de revisión necesaria y obligatoria. La ácida crítica social y lucha de clases que encierra, la conciben como una película de alcance universal que desborda e interpela una preocupante actualidad.