A 20 años del estreno de la icónica producción de HBO y de cara a la película y el evento que reunirá a gran parte del cast en Nueva Jersey, el actor que interpretó al Agente Harris habló sobre el impacto de la familia de mafiosos en la televisión
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En 1999, de la mano de David Chase y HBO, nacía la era dorada de la televisión. Con un nivel de producción impresionante y 6 temporadas, Los Soprano se erigía como un punto de quiebre en la forma de pensar narrativas para la pantalla chica, con gran influencia de los mundos de mafiosos creados por Martin Scorsese.
La trama se centraba -al menos inicialmente-, en un capo de mafia de Nueva Jersey que tenía que asistir al psiquiatra a raíz de distintos ataques de pánico sufridos, la mayoría de los cuales parecían tener algún tipo de conexión con su vínculo materno. Así, con 7 temporadas (aunque en realidad las últimas estén unificadas) y 86 episodios, vimos a una de las familias más complicadas de la televisión norteamericana.
A 20 años del debut en HBO, David Chase anunció la realización de una precuela basada en la familia Moltisanti, responsable de haber iniciado al padre de Tony Soprano en el revuelto mundo de la mafia. Como si fuera poco, un grupo de fanáticos pensó que no podían terminar el año sin celebrar un aniversario tan importante, y en dos semanas llevarán a cabo una “Sopranos-Con” en Nueva Jersey, donde estará presente gran parte del cast original.
Entre ellos, aparecerá Matt Servitto, hoy reconocible por ser el gobernador de Nueva York en Billions, pero que años atrás era una de las caras más odiadas de la pantalla chica por ser el Agente del FBI que buscaba apresar a Tony. “Las historias como las de Billions, Los Soprano y hasta Game of thrones, donde hay gente con plata son cosas que nos fascinan; nos atrae ver cómo mueven el dinero y como manipulan todo”, aseguró el actor que estuvo en una veintena de episodios durante todas las temporadas de la serie encabezada por James Gandolfini.
¿Cómo llegaste a Los Soprano?
Al principio audicioné para ser el Padre Intintola, pero por suerte no me dieron el papel porque duró poco, así que conocía la serie. Cuando empezaron a rodar, me llamaron para un pequeño papel del FBI, leí frente a David Chase y los productores y me dijeron que volviera al otro día para un papel más importante. Se suponía que iba a ser un capítulo y terminaron siendo 26.
¿Esperabas que tuviera el impacto que tuvo en la televisión?
Nunca creí que la serie fuera a triunfar, porque me parecía muy idiosincrática de donde soy yo, Nueva Jersey. Vimos muchas películas de la mafia pero nunca una serie; quizás para la segunda temporada ya iba a aburrir. Pero rápidamente entendí que no era sólo de la mafia sino de un hombre con una vida complicada con su esposa y sus hijos, tratando de vivir una vida normal a pesar de sus conexiones con la mafia. Era un show sobre la familia, así que logró captar una audiencia amplia.
Creo que ninguno estaba listo para lo que pasó con la serie, se convirtió en un fenómeno. Salir con el cast era como estar con los Rolling Stones en el 72. Las puertas se nos abrían en todos lados, nos daban los mejores lugares, fue una época increíble.
Las historias de las serie eran increíble, ¿qué pensás de esto?
Sé que los guionistas y David Chase tenían la presión de armar algo increíble. Las primeras tres temporadas eran muy buenas y cuando perdimos a Nancy Marchand, que interpretaba a la madre de Tony, tuvieron que reacomodar todo, porque al principio el punto de la serie era mostrar a un mafioso que iba a terapia porque su madre le arruinó la cabeza. Cuando murió hubo que cambiar mucho de la serie, fue complejo pero encontraron la forma. Yo estaba feliz de que me siguieran llamando.
¿Cuál es el rol del FBI en una serie de este estilo?
Una serie sobre la mafia siempre va a necesitar al FBI, para ser un recordatorio para la gente que de pronto empieza a simpatizar con Tony. No se olviden que es un sociópata: mató, va a volver a matar, no tiene moral, decencia. Pero yo era el malo, en la calle me escupían, hasta que mi personaje empezó a ayudar a Tony. Terminé con una nota alta y los fans me amaron, pero que no se olviden que las primeras temporadas era uno de los hombres más odiados de la televisión.
¿Cómo tomaste el cambio de tu personaje?
Fue genial, me encantaba la dinámica, porque de pronto eran dos tipos. Yo era otro padre suburbano de Nueva Jersey, que engañaba a su esposa, y de pronto, se dieron cuenta que tenían problemas en común, me encantaba cómo conectaron, esa relación simbiótica. Mis escenas con Jimmy se pusieron más interesantes, no era antagonizar con él todo el tiempo, mis escenas favoritas eran cuando estaba tomando un café con él, hablando como amigos o al menos conocidos, intercambiando información. Las últimas temporadas necesitaba su ayuda contra el terrorismo y me la dio.
¿Hablaste con alguien para preparar tu papel?
Me tocó interpretar muchos agentes de la ley en mi carrera. Me crié en un barrio con muchos policías y bomberos, así que los conozco, sus problemas con el complejo de héroes que tienen, la bebida, todo eso, el odio que sienten que les tienen más allá de que a veces tratan de hacer las cosas bien. En el FBI hay mucho trabajo tedioso, mucho papeleo. Cuando empecé en la serie se me acercaban agentes a felicitarme por el trabajo y decirme que las mejores escenas eran las que me mostraba aburrido, tratando de entretenerme mientras esperábamos que pasara algo con la persona que estábamos siguiendo.
Leí que David Chase mezclaba un poco las cosas cuando editaba y a veces ustedes no sabían qué iba a pasar…
Es cierto. Se podía dar el lujo de rodar todo, editar todo y mover las escenas entre diferentes capítulos para que todo funcione, era como una ópera de 13 horas que editaba y emitía cuando sentía que estaba listo, algo que no muchos productores de los 90 podían hacer. Era guionista, siempre le importaba la historia. Tuvimos grandes directores que se fueron a hacer cosas como Mad Men y Game of thrones, hoy hacen la mayoría de los mejores shows.
¿Cómo fue enterarte del final?
Estábamos listos, nos tomaba mucho tiempo emitir entre una temporada y otra, terminabas cansando a los fans, ahora estamos malcriados con el binge watching. La gente tenía que esperar un año para ver algo nuevo y a veces tenían que hacer un rewatch para refrescarse la memoria. Además también era complejo para los actores, muchos tenían contratos y no podían hacer otras cosas. Así que cuando llegó el final nos pareció bien, nos queríamos ir en la cima, las últimas temporadas fueron increíbles, el final estuvo claro y se aseguraron que todos lo supieran, porque muchas veces lo dejan abierto para una película. Acá no fue el caso. Me tomó años poder hablar del final, ahora estoy convencido que el final sugirió la muerte de Tony Soprano, era algo permanente. No hubo charlas para un regreso. El hecho de que 12 años sigamos hablando del final, es porque es una genialidad, el buen arte sobrevive y se discute por años, como Shakespeare o la tragedia griega.
¿Qué tal era trabajar con James Gandolfini?
Fue incréible, era un oso Teddy grande. Lo triste más allá de la pérdida humana es que quería que tuviera una carrera larga para que demostrara que era más que Tony Soprano, porque mucha gente pensaban que eran lo mismo y no era así. Era todo actuación, eso daba miedo: verlo actuar enojado, la mirada que tenía, era increíble. Todo el tiempo le gustaba reír, estar con gente. Era como el patriarca del set, se aseguraba de que todos estuvieran bien, hizo muchas cosas para cuidar a la gente, cosas que al cast no le gusta contar, pero se preocupaba mucho por todos. Por eso me encanta que su hijo lo interprete en la película. Es una precuela así que ninguno de la serie va a estar, así que su hijo esté ya vale la película. No puedo pensar en otra situación en la que un chico interprete a su padre en una versión de otra línea temporal. Me vuela la cabeza, va a ser un antes y un después para el mundo de las películas.
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¿No vamos a ver cameos tampoco?
Debo aclarar que no lo sé, quizás haya, algún flashback, ese tipo de cosas, pero no lo creo. Es loco porque hay tecnología para rejuvenecer actores, pudieron haber hecho eso, pero creo que la historia pasa por los Moltisanti, el padre de Christopher. Está bueno porque fue una época interesante, ahora vivo en esa zona cercana a Newark. Era una época complicada, muchas revueltas raciales, problemas con la policía, me gusta que empiecen ahí, fue una era interesante en EE.UU., fueron tiempos de transición de la mafia de lo que se veía en El Padrino al mundo del narcotráfico, nunca más fueron iguales.
En dos semanas es la Sopranos-Con, ¿vas a estar?
Es algo que armaron algunos fans que querían hacer un evento, y contactaron a miembros del elenco. Creo que se habían imaginado algo más íntimo con fotos, autógrafos, paneles, proyecciones, escenas eliminadas y eso. Pero de repente, empezaron a pasar cosas, salió un libro sobre la serie, el autor logró convocar actores, eso hizo que muchos nos reencontráramos y eso nos dio la noción de que teníamos que juntarnos más seguido. Va a ser algo mucho más grande ahora, voy a participar en un montón de cosas, creo que la única que puede no estar es Eddie Falco porque está rodando una serie, pero cuando vi la lista sentí que estaba la familia completa; creo que todos los que hayan estado más de 10 capítulos van a estar. Estoy pensando en lo que va a pasar la noche que nos juntemos en algo más íntimo todos, levantemos una copa por James Gandolfini y contemos anécdotas; ahí es donde tiene que haber una cámara porque van a salir las mejores historias.