La octava entrega de la serie protagonizada por Stephen Amell llegará a Warner Channel el próximo 31 de octubre
Desde su desembarco en la pantalla de Warner Channel, los fanáticos de Arrow disfrutaron las aventuras de Oliver Queen (Stephen Amell) como justiciero de Starling City. Más allá de sus buenas intenciones, las actividades nocturnas le trajeron severas consecuencias en su vida personal: desde la muerte de su madre y su mejor amigo, hasta algunas novias y compañeros de equipo.
El próximo 31 de octubre, a la medianoche, la señal de cable emitirá el primer capítulo de la octava y última entrega de la saga. Después de ver que en el final de la séptima entrega Oliver y Felicity estaban siendo seguidos muy de cerca por el Noveno Círculo. Fue la llegada de The Monitor (LaMonica Garrett) la que llegó para solucionar todo al llevarse a Oliver para enfrentar la crisis del multiverso en el que las vidas de Barry (Flash), Kara (Supergirl), su esposa y su hija corren peligro.
Serán 10 episodios los que formen parte de esta última tanda de aventuras de Oliver Queen, y sobre esto hablaron James Bamford (Productor de Arrow) y Marc Guggenheim (Creador de Arrow).
¿Qué pueden esperar los fans en el primer episodio de la octava temporada?
Marc Guggenheim: —Cuando terminé de escribir mis escenas para el primer episodio, se lo envié a Beth Schwartz (productora ejecutiva) y le dije: “Se siente como un final de la serie, no como un primer episodio”. De muchas maneras, creo que ese es el objetivo de esta temporada. Obviamente la serie llega a su fin, así que vamos a hacer todo lo posible para que resulte épica y sorprendente, pero toda esta temporada es como una coda para la serie en general.
¿Qué siente al iniciar la temporada final de Arrow?
James Bamford: —Para ser honesto, me siento muy bien, pero no porque el programa termine. La verdad es que podría haber seguido haciendo este programa diez años más, porque me encantó esta experiencia. Ha sido un gran desafío y he conocido gente a la que ahora considero mi familia. Stephen (Amell) y yo, así como otros integrantes del equipo, hemos tenido hijos durante los años que pasamos haciendo este show. De hecho, hace poco Stephen hablaba del episodio 215 (“The Promise”), cuando me enteré de una noticia importante.
¿Qué sucedió?
JB: —Estábamos en medio de una importante secuencia con dobles, en el barco, y yo estaba orquestando todo el asunto. Hicimos una toma y varias cosas salieron mal. Hicimos otra toma, otra y otra, y las cosas seguían saliendo mal. Yo tenia un micrófono, y lo usé para decirle a todos los dobles: “Esta vez tiene que salir bien, porque mi esposa está en trabajo de parto y me tengo que ir. ¡No lo arruinen!” Yo acababa de recibir un mensaje de texto de mi esposa diciendo que estaba en trabajo de parto. La siguiente toma que hicimos salió perfecta, y entonces Stephen me dice: “¿Quieres que le pida a mi chofer que te lleve al hospital? No quiero que corras. ¡No corras!” Me fui del set y al rato nació mi hija, pero terminamos la secuencia antes de irme. La verdad es que mi esposa estuvo en trabajo de parto durante 32 horas, lo cual fue mucho más difícil que esa secuencia con los dobles. Pero nunca olvidaré ese día.
¿Cómo cambiará la dinámica del programa ahora que se ha separado el Equipo Arrow original?
MG: —Este año vamos a probar algo nuevo. No quiero adelantar exactamente cómo será el nuevo Equipo Arrow, pero creo que resultará familiar y novedoso a la vez. La parte familiar será la relación entre Oliver y Diggle; eso va a seguir como siempre. Pero también están todos los demás, que siguen trabajando para salvar a Star City… Esa es otra historia. Es algo separado.
¿Siempre supiste cuál sería el final?
MG: —Sí y no. Siempre supe cómo terminaba para Oliver. Los elementos específicos han ido cambiando a lo largo del tiempo, a medida que sucedían ciertas cosas en la historia. Pero hace un par de semanas, estaba meditando y me pasó algo raro. Salí de la meditación y de pronto tenía la última escena en la cabeza. Era la escena completa, así que corrí a tipearla. Nunca antes me había pasado algo así; fue raro. Es muy raro que las cosas me vengan a la mente de esa forma, pero con el final de la serie me pasó eso. Espero que podamos filmarlo. Ya veremos.
¿Hay algo que realmente hubiera querido poner en Arrow pero todavía no pudo? ¿Va a ponerlo ahora que es la última temporada?
JB: —Hay una larga lista de cosas que quiero hacer. Cada temporada reviso esa lista y digo: “OK, quiero hacer esto, aquello y lo de más allá”. O bien es algo que ya hicimos pero que tuvimos que dejar afuera debido a los límites de tiempo. Los programas en los canales de streaming pueden durar una hora, lo cual les permite hacer escenas que nosotros no necesariamente podemos, porque no nos alcanza el tiempo. En ese sentido, debemos ser muy precisos y quirúrgicos. Es siempre decepcionante filmar algo que nos encanta pero que nos vemos obligados a dejar afuera por cuestiones de tiempo. Pero cuando tenemos que dejar afuera algo espectacular, siempre lo escribo y me digo: “Voy a volver a esto. Voy a ponerlo en otro episodio.” Hago eso todo el tiempo. En el teléfono tengo una lista de las cosas que quiero hacer. Me encantaría armar un “corte del director” con todos los episodios que dirigí. Me encantaría que los fans pudieran ver cuál sería mi versión.
¿Qué impacto tendrá el crossover de esta temporada?
MG: —Para Arrow, diría que tendrá un gran impacto. De hecho, lo tendrá para todas las series. Este año obviamente estamos lidiando con cuestiones cósmicas importantes, y las conversaciones con los creadores de los distintos shows han tenido que ver con el hecho de que, con este concepto del crossover, tenemos la oportunidad de hacer algo realmente radical y de alto impacto. No me gusta hacer este tipo de promesas, pero específicamente en el caso de Arrow, sé que habrá importantes ramificaciones. Especialmente dado que sabemos que sólo nos quedan dos episodios después del crossover hasta que Arrow termine. Arrow se puede dar ciertos lujos que los otros programas no pueden.
Aparte de Oliver Queen, ¿qué otra historia te entusiasma contarle a los fans en esta octava temporada?
MG: —Debo decir que es la historia de Mia Smoak (Katherine McNamara). La historia de Mia es realmente interesante, especialmente porque está empezando desde un lugar muy nuevo. Su historia es del tipo primera temporada, lo cual es muy divertido. Me divierte revisitar ese tipo de novedad. Al final de la séptima temporada, Felicity (Emily Bett Rickards), René (Rick González) y Dinah (Juliana Harkavy) le dieron su bendición a este grupo y dijeron: “Ustedes son el Equipo Arrow 2.0. ¡Salven a la ciudad!” Creo que la historia que no llegamos a contar totalmente al hacer las temporadas originales de Arrow es la historia del crecimiento de los personajes. Es decir, claramente hubo desacuerdos dentro del Equipo Arrow, pero los superaron rápidamente para convertirse en una unidad. Nunca contamos la historia de sus dificultades, y eso es lo que vamos a hacer en el futuro. Resulta divertido y agradable, y es muy original. Y siento que es lo correcto. Tenemos a estos chicos – y realmente son sólo chicos – que trabajan juntos, sin mentores. Es inevitable que cometan errores, y será divertido verlo. Habrá bastante drama del bueno.
¿Cuál será el legado de Arrow cuando el programa finalmente termine?
JB: —Cuando se decidió darle vida a este personaje en televisión, creo que nadie sabía realmente lo que iba a pasar. Creo que el enfoque de todo el mundo fue un poco “OK, probemos algo diferente. Probemos algo nuevo”, Ha sido un viaje increíble. Cuando comenzó el programa, los integrantes del equipo técnico que armamos eran todos gente de primer nivel de Vancouver; eran gente de cine. Desde la gente de vestuario hasta los dobles, incluyendo peinadores y maquilladores, y demás. Ha sido un esfuerzo colectivo, pero uno sabe que va a crear algo especial cuando cada departamento involucrado le pone tanta pasión a lo que hace. Cuando se reúne toda esta gente con ese nivel de compromiso, se genera una dinámica maravillosa, y un programa que ha marcado el renacimiento de las series de superhéroes.
MG: —Esa es una muy buena pregunta. Me han hecho muchas preguntas sobre ese tema y mi respuesta es bastante tonta, porque no lo sé. No pienso en el legado porque el objetivo siempre fue: “No lo arruines”. Eso es literalmente lo que hemos estado pensando desde el primer día, y sigue siendo verdad hoy. Seguimos pensando: “¡No lo arruines!”. No sé cuál será el legado del show. Y la verdad es que no me corresponde a mí decirlo: le corresponde a los fans y al público. En los últimos ocho años, la gente expresó siempre su opinión. Seguramente habrá quienes nos digan cuál es el lugar del show y cuál es su legado. Lo que piense el público: esa es la respuesta.
¿Qué siente al mirar atrás y ver los épicos logros de Arrow?
JB: —Es increíble. Mire todos los otros programas de superhéroes que vinieron después. Siento que nosotros fuimos los que empezamos esta nueva era, lo cual ha sido fantástico. También tratamos de hacerlo de manera práctica, con pocos efectos visuales. Tratamos de hacer el programa desde un punto de vista muy práctico, haciendo que todo resultara lo más real posible. Seguimos tratando de superarnos año tras año, pero lo que hemos logrado es que hemos establecido un cierto nivel para este género en la televisión, y estamos muy orgullosos.
¿Qué es lo que más va a extrañar del show cuando termine la octava temporada?
MG: —Voy a extrañar a la gente. Honestamente, lo genial siempre fue la gente. No solamente el elenco; hay muchos miembros del equipo técnico que trabajan con nosotros desde el piloto. Voy a extrañar trabajar con toda esa gente que he llegado a conocer y a querer. En este momento, estamos todos unidos en el esfuerzo de hacer algo genial y de terminar por todo lo alto, pero a medida que se acerque el final, creo que me va a golpear la realidad de que ya no voy a seguir haciendo el programa.