Una de las tantas teorías en torno a los homenajes que Matt Groening y Los Simpsons le rindieron a distintas estrellas mundiales apunta a la aparición del rey del pop en la tercera temporada de la serie. Esas versiones se refieren al primer episodio de esa entrega, que se llamó “Papá está loco”, llegó en 1991 y se dividió en dos ejes: por un lado, la internación de Homero en un instituto psiquiátrico y, por el otro, el cumpleaños de Lisa que Bart siempre olvidaba.
Los dos núcleos de la historia terminan convergiendo sobre el final, dado que en el manicomio Homero conoce a un tal Leon Kompowsky, quien asegura ser el mismísmo Michael Jackson, y se lo presenta a Bart, que por supuesto sufre una gran desilusión al conocer al personaje. En el trajín de la situación, el niño vuelve a olvidarse del cumpleaños de su hermana y es el propio Leon el que lo convence de cantarle ese inolvidable tema que dice “Lisa it’s your birthday, happy birthday Lisa”.
Si bien en la versión latina y española, la voz claramente no es la de Michael, la canción hacía pensar que el músico había formado parte del episodio. Para los norteamericanos era todavía más obvio: cada vez que Leon hablaba, los fanáticos escuchaban al cantante. Sin embargo, al momento de ver los créditos, no aparecía su nombre sino el de John Jay Smith.
Después de más de 25 años, Matt Groening se encargó de explicar lo que había pasado. Según contó el creador de la serie, Michael Jackson lo llamó para pedirle formar parte de algún episodio ya que le gustaba mucho, pero él creyó que se trataba de un chiste y no le dio importancia. Por supuesto, no fue el único llamado, y el músico terminó formando parte del show, aunque Groening explicó que “no le interesaba figurar”.
Lo interesante del evento es que, si bien Jackson le puso la voz a Leon, por cuestiones de contrato con su discográfica, no podía cantarle el feliz cumpleaños a Lisa. Para solucionar ese problema, los productores contrataron a un actor que sonaba parecido al rey del pop, quien no quiso perderse la oportunidad de ver a su “doble de voz”. “Se quedó a ver la grabación y el actor se puso muy nervioso porque tenía que sonar como Michael Jackson”, recordó Groening. ¿Se imaginan trabajar con tanta presión?