Analizamos una de las comedias más emblemáticas del cine nacional.
Dirección: Juan Taratuto
El tenso (Adrián Suar) está casado con la Tana (Valeria Bertucelli), una mujer ácida, inconforme, quejosa, que no trabaja ni hace “nada”. Pero el Tenso es un tipo cobarde, sumiso y no encuentra forma alguna de seguir el consejo de sus amigos: pronunciar las tres palabras mágicas “me quiero separar”. Es ahí cuando conoce la leyenda del Cuervo Flores (Gabriel Puma Goity), un seductor que tiene la entrada prohibida al barrio porque ha sabido seducir a todas y cada una de las mujeres que viven allí, la idea es que el Cuervo seduzca a la Tana para verse liberada de ella sin culpas pero ¿será tan fácil?.
El director de Un Novio para mi Mujer es Juan Taratuto (No sos vos soy yo, ¿Quién dice que es fácil?) quien se caracteriza por la forma de cómo contarnos historias de parejas, de rupturas y de incomodidades amorosas de una
forma fresca, amena y emotiva. Rodeado de un elenco excepcional, y aquí debo destacar a Valeria Bertucelli (Luna de Avellaneda, Alma mía, XXY) cuya trayectoria, reconocimientos y premios son totalmente merecidos, y en este film se lleva la película en la espalda y corre sin miedo a caer. Mientras su compañero, Suar, reconocidísimo desde que trabajó en Clave de sol y aun más desde que cambió ciertas reglas estéticas y apuntaló muchos éxitos de la TV argentina desde su puesto en canal 13, personifica correctamente al esposo tímido e indeciso. Acompañados además por la voz en off de
Mercedes Morán (la psiquiatra), una momentánea participación de Guillermo Francella y por Marcelo Xicarts, Martín Salazar y Luis Herrera, el film se define como una de las comedias costumbristas más entretenidas y mejor llevadas de su año.
Las situaciones jocosas se dan de la mano del personaje de la Tana, cuya aridez social exacerbada hace temblar a cualquiera, a pesar de que muchas de las cosas que ella odia son odiadas por muchos, pero su honestidad brutal y su lengua mordaz no temen esconder nada. Si bien el film cuenta con algunos desaciertos y previsibilidades, lejos está de defraudar y aburrir. Un argumento que, como le gusta a esta espectadora, tiene sus reflexiones: qué es el amor, qué significa el matrimonio, qué envuelve, hasta dónde nos conocemos realmente.
Con un final sencillo, maravilloso y más tarde hilarante. Un novio para mi mujer es sin duda siempre una gran opción en el basto universo del cine nacional.