“Ford v Ferrari”, la película protagonizada por Christian Bale y Matt Damon, podría haber sido interpretada por Brad Pitt y Tom Cruise.
En el auge por el estreno de F1, película en la que interpreta a un piloto retirado que retorna a la pista, Brad Pitt habló sobre el otro proyecto relacionado con la máxima competencia de automovilismo que fue llevado a cabo por Christian Bale y Matt Damon. Esta nueva versión lo iba a llevar a compartir pantalla con Tom Cruise, pero- por una razón poco fundamentada- no pudo ser.
Para este proyecto inicial iba a llamarse Go Like Hell, inspirada en el libro del mismo nombre Go Like Hell: Ford, Ferrari, and Their Battle for Speed and Glory at Le Mans, del autor A.J. Baime. El film también iba a tener otro director: Joseph Kosinski.
Hasta esa etapa de producción todo iba sobre ruedas. Ambos actores estaban convencidos de hacer la película y el prespuesto estaba siendo analizado por los ejecutivos. El problema fue cuando llegó la hora de conocer a los personajes a los que encarnarían.
Pitt se interesó por el personaje de Ken Miles y Cruise puso su ojo en Carroll Shelby. Este último personaje tendría pocas escenas de carreras y al enterarse de esto, el siempre listo para la acción perdió interés en el personaje. El estudio no habilitó un aumento del presupuesto para contentar al actor y Cruise abandonó el proyecto.

¿Hay posibilidad de que Tom Cruise se una a F1?
Tras una primera semana exitosa en la taquilla (acumuló 144 millones de dólares), Pitt habló con la prensa y afirmó que “ahora mismo estoy encantado de que una película así pueda unir a la gente. Ese es el poder de este tipo de cine”. Fue con este entusiasmo que el propio actor empezó a jugar con la idea de una secuela.
El director Joseph Kosinski compartió su visión también de una potencial secuela, la cual incluiría un crossover épico con Tom Cruise. Este potencial proyecto reviviría al personaje Cole Trickle de Days of Thunder, planteando un pasado compartido con Sonny Hayes.
Sin embargo, Lewis Hamilton- un erudito de las pistas y un nuevo personaje en el mundo del cine- remarcó que no cree que sea inteligente acelerar el proceso. El productor ejecutivo de F1 señaló que la producción tomó cuatro años, y advirtió sobre el riesgo de apresurar una secuela. “Lo peor que podríamos hacer sería apresurarnos, la mayoría de las secuelas son peores”, afirmó.



