Viola Davis interpreta a una presidenta de EE.UU. lista para la acción en esta nueva producción de Prime Video.
Prime Video presentó en la última semana G20, un film de acción protagonizado por Viola Davis que introduce por lo bajo discusiones sobre el rol de la geopolítica en un mundo globalizado, el poder de las fake news, el trabajo colectivo, los efectos de la deshumanización y la importancia de la imagen. Es una película que, dentro de la hipérbole del género, no pierde del todo su posible veracidad e introduce un escenario global en la que el individualismo extremo genera el colapso del mundo.
En el contexto de una cumbre de líderes de las mayores potencias a nivel mundial, un ataque terrorista sirve como marco para discusiones sobre la libertad monetaria y la responsabilidad de los dirigentes políticos. En el medio, una hora y cincuenta minutos cargados de acción para un personaje que debe balancear el cuidado de su imagen, la relación con su hija y su rol como presidenta.
Párrafo aparte para el rol de Antony Starr como el villano de esta entrega. El actor que le da vida a Homelander en The Boys trae de nuevo ese personalidad narcisista y con una obsesión por el poder disfrazada de un falso relato del salvador.
Un repaso de la actualidad cargado de adrenalina
G20 es una película que permite hacerse esas preguntas hoy presentes en el rumbo que debe tomar el mundo y que muchas veces desnudan el pensamiento de los líderes actuales. En el medio, todos los recursos de un género como la acción para generar la adrenalina y regalar casi dos horas de entretenimiento a quién no esté con ganas fundirse en problemáticas en las que no tiene control, pero lo afectan.
De qué trata G20
Viola Davis es Danielle Sutton, una ex militar que llega a la presidencia de Estados Unidos luego de llegar al ojo público por una fotografía que le sacan rescatando a un chico del medio del campo de batalla. Sutton lidia con la rebeldía de su hija, que se escapa de su seguridad privada y cuestiona todas las imposiciones que trae ser familiar de una alta mandataria, y con la desacreditación por parte del periodismo y de otros líderes, mientras intenta llevar a cabo un proyecto para poder acercar el financiamiento a los productores locales de los países emergentes.
Su plan propone una moneda crypto para que estos productores, que no puede acceder a un crédito bancario por falta de entidades presentes, logren una financiación y puedan comprar los materiales que necesitan.

Del otro lado, un grupo de ex militares liderado por el cabo Edward Rutledge consiguen una billetera virtual con una criptomoneda valuada en 70 millones de dólares. La fase siguiente de su plan es montar un operativo para secuestrar a los líderes del G20 en su cumbre de Sudáfrica. A punta de pistola, los terroristas los graban repitiendo un discurso sin sentido que sirve para que una inteligencia artificial copie sus expresiones faciales y se puedan generar deep fakes y así crear videos desacreditando las monedas locales y la iniciativa de la presidenta Sutton.
El problema surge para los villanos cuando la mandataria estadounidense, junto a un miembro de su servicio, dos dirigentes detractores y una de las parejas de los mandatarios logran escaparse. Con este escenario, la película ofrece una cacería de los altamente entrenados ex militares que buscan a mandatarios poco entrenados y a nuestra protagonista, que lidia con su responsabilidad como madre y presidenta; y el peso de los cuestionamientos en su contra.