En el día 28, les recomendamos un remake de una joya del cine giallo, reimaginada para una nueva generación de amantes del terror.
¿Dónde ver?
Disponible en Amazon Prime Video.
Ideal si te gustó:
Midsommar, Black Swan o Climax.
No apta para:
Los que prefieren el terror sin arte..
El terror italiano renace con estilo. Suspiria (2018) nos lleva a un Berlín gris y enigmático, donde la joven bailarina estadounidense Susie Bannion llega a la prestigiosa Markos Dance Academy, sin sospechar el abismo oscuro que esconde tras sus paredes. Luca Guadagnino reconstruye el clásico de Darío Argento con un estilo visual inquietante, transformando la danza en un lenguaje macabro y místico que sirve de ritual para algo mucho más siniestro. La atmósfera es tan densa que cada movimiento en pantalla parece estar marcado por una fuerza oculta y poderosa, un conjuro que envuelve y paraliza.
Los pasillos de la academia parecen respirar, cargados de un mal antiguo que se manifiesta a través de los susurros, los ecos y las miradas perturbadoras de las instructoras. Las coreografías, interpretadas con una brutalidad casi hipnótica, se sienten como una invocación a fuerzas invisibles que aguardan en la penumbra. Guadagnino convierte cada ensayo y cada danza en una especie de ritual macabro, donde los cuerpos se contorsionan, se quiebran y quedan a merced de un poder sobrenatural.
La reinterpretación de Guadagnino agrega a Suspiria una crudeza única, mostrando el horror no solo como una fuerza externa, sino como un instinto sombrío que acecha en cada personaje. Los colores apagados y la estética retro transmiten un aire nostálgico, pero en sus sombras late una violencia brutal que se desata en momentos inesperados. No hay forma de escapar, y las paredes de la academia parecen cerrar sus garras en torno a Susie, atrapándola en un mundo de dolor y hechicería.
El giallo renace en clave moderna
El terror psicológico se fusiona con el horror corporal de una forma perturbadora, y la presencia de la Mater Suspiriorum, la Madre de los Suspiros, se convierte en una amenaza omnipresente, tan antigua y destructiva como el mismo mal. Cada paso de Susie la acerca a una verdad aterradora, revelando un culto en el que la danza se convierte en un portal hacia la decadencia y la muerte.
Mientras la academia se llena de tensiones y sus secretos se revelan, Suspiria se transforma en una experiencia hipnótica y claustrofóbica que sumerge al espectador en un trance oscuro. Al final, el horror no es solo lo que sucede en pantalla, sino lo que Guadagnino sugiere: una danza macabra que podría estar ocurriendo en cualquier lugar, una fuerza que aguarda a quienes se atrevan a mirar demasiado de cerca.
Mirá el tráiler a continuación: