En el día 26, no podemos dejar de recomendar esta joya de 1973, un clásico que cambió el cine de terror para siempre.
¿Dónde ver?
Disponible en Amazon Prime Video.
Ideal si te gustó:
Halloween, Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street.
No apta para:
Aquellos que están por hacer un viaje divertido entre amigos.
Es hora de hablar de un clásico del cine de terror que cambió las reglas: “La Masacre de Texas“. Tobe Hooper transformó un caluroso día en un escenario para lo inimaginable: un descenso a la locura más salvaje, un rincón del mundo donde las reglas humanas dejaron de existir y lo único que queda es la bestialidad. Lo que empieza como un viaje de amigos por caminos polvorientos se convierte en una tortura al cruzar el umbral de una casa que, a simple vista, parece abandonada. Pero esta casa, oculta en el calor abrasador del sur estadounidense, es un matadero donde el sufrimiento y el miedo laten como algo vivo.
Este clásico del cine de horror no necesita monstruos sobrenaturales; lo que es más perturbador es que cada imagen y cada sonido provienen de lo más oscuro del ser humano. Leatherface, con su máscara de piel humana y su motosierra desgarradora, no es un villano convencional. Es el rostro de algo que ninguno de nosotros quiere imaginar: la completa desintegración de la moralidad, el fin de cualquier empatía. Los gritos de las víctimas no resuenan solo en las paredes de la casa; se clavan en el espectador, haciendo que cada segundo se vuelva insoportable.
A diferencia de otros films de terror, acá no existe la mínima ni esperanza. Cada escena es como una pesadilla recurrente de la que no se puede despertar, y la crudeza de la violencia está filmada con una frialdad que deja al espectador en un estado de choque. El ruido de la motosierra y los lamentos de sus víctimas parecen nunca acabar, impregnando de tal forma que, aun cuando la película termine, ese eco macabro te seguirá en cada rincón oscuro de la casa. No podés ver La Masacre de Texas y olvidarla; es una película que se queda contigo, como una cicatriz.
Un rodaje inolvidable
El rodaje de “La Matanza de Texas” fue una prueba de resistencia para todo el equipo. Realizado en las calurosas y agrestes locaciones de Texas, las condiciones de trabajo fueron extremadamente duras. Los actores y el equipo técnico soportaron temperaturas infernales, escasez de agua potable y un solo baño para decenas de personas. La falta de higiene y las largas jornadas laborales de hasta 16 horas diarias crearon un ambiente insalubre y tenso. Además, la falta de presupuesto obligó a improvisar en muchos aspectos, lo que dificultó aún más las grabaciones. Las condiciones extremas del rodaje se convirtieron en un reflejo del terror que se plasmaría en la pantalla.
“La Matanza de Texas” marcó un antes y un después en el cine de terror, sentando las bases del subgénero slasher. Con su villano desfigurado y psicópata, Leatherface, la película popularizó la figura del asesino en serie que acecha a un grupo de jóvenes desprevenidos. Su estética realista y su violencia gráfica, aunque contenida, provocaron un shock en el público y establecieron nuevos estándares de terror, inspirando una ola de películas similares que explorarían obsesivamente la temática hasta el hartazgo.
La Masacre de Texas nos recuerda que, en los rincones más alejados, lejos de la vista de todos, los verdaderos horrores pueden ocurrir sin que nadie los detenga. No es un film para los débiles de corazón, sino para aquellos dispuestos a enfrentarse a la idea de que el verdadero monstruo no es otra cosa que el hombre mismo.
Mirá el tráiler a continuación: