En el día 22, la actuación de Mia Goth y la transformación de la protagonista en un ícono pop del terror la convierten en una experiencia imperdible.
¿Dónde ver?
Disponible en Max.
Ideal si te gustó:
The Lighthouse, Raw o Suspiria.
No apta para:
Los que creen que el terror no puede ser arte.
En un rincón olvidado del tiempo, donde la cordura se deshilacha y la oscuridad se adueña de todo, nace una leyenda del terror. Pearl (2022), dirigida por Ti West, es una inquietante exploración de la oscuridad que habita en el corazón de los sueños frustrados. Concebida como una precuela de X, esta película nos lleva a los orígenes de Pearl, una joven atrapada en una granja aislada, cuyos deseos de grandeza se desintegran en un espiral de horror y locura.
Desde el inicio, Pearl desgarra el velo de la inocencia con una atmósfera que se siente sacada de una pesadilla teñida de un tecnicolor enfermizo. La protagonista, interpretada con una intensidad perturbadora por Mia Goth, es un alma atormentada por la opresión de una vida rural monótona, las expectativas familiares y sus sueños irrealizables de estrellato. Lo que comienza como una historia de anhelos sofocados rápidamente se convierte en una escalofriante odisea psicológica, donde la línea entre lo real y lo imaginado se desvanece, dejando espacio para un caos asesino.
El terror de Pearl no reside en criaturas sobrenaturales ni en una amenaza externa, sino en la transformación interna de su protagonista. A medida que el aislamiento y la frustración la devoran, Pearl se convierte en un monstruo de su propia creación. Las sonrisas nerviosas y los arrebatos de desesperación que muestra Goth son más aterradores que cualquier entidad espectral, ya que revelan una mente que se derrumba bajo el peso de su insatisfacción. Cada escena está impregnada de una tensión asfixiante, donde cada gesto y mirada parece presagiar una explosión de violencia.
Un retrato perturbador de la ambición
La granja, con su vasto paisaje rural y su aparente tranquilidad, se convierte en el escenario perfecto para los horrores que se desarrollan. Lo que debería ser un refugio idílico se transforma en una prisión opresiva, donde el aislamiento es tanto físico como mental. La película juega con las expectativas visuales, presentando un mundo de colores vibrantes y cielos despejados que contrastan con los oscuros impulsos que acechan en el corazón de Pearl. Esta yuxtaposición crea una sensación de disonancia, donde lo hermoso y lo grotesco coexisten de manera inquietante.
Uno de los aspectos más espeluznantes de Pearl es la forma en que la película examina la banalidad del mal. Las aspiraciones rotas de la protagonista, aunque comprensibles, desencadenan una serie de actos cada vez más atroces. El descenso de Pearl a la locura es gradual, casi metódico, lo que hace que los momentos más violentos sean aún más impactantes. Su necesidad desesperada de ser amada y admirada, combinada con una incapacidad para lidiar con el rechazo, la convierte en una figura trágica y aterradora a la vez.
El clímax de la película es una sinfonía de horror psicológico, donde las acciones de la protagonista alcanzan un nivel de crueldad y delirio que es difícil de presenciar, pero imposible de ignorar. Más allá del terror, Pearl se convirtió en un verdadero ícono pop, gracias a escenas como su perturbadora sonrisa y la famosa audición, que se viralizaron en internet. Estos momentos se volvieron memes compartidos por miles, muchos de los cuales no saben ni de dónde vienen, consolidando a Pearl como parte de la cultura digital actual.
Mirá el tráiler a continuación: